Los últimos diez años del país fueron muchas cosas. Entre “década ganada” y “década desperdiciada”, ahora también podemos agregarle que se trató de una “década gastada”.
Es que desde 2004, el gasto público aumentó once veces. Mientras que en ese año fue de 64.200 millones pesos, el año pasado alcanzó los 751 mil millones. Así lo informó el diario La Nación en una excelente nota de Laura Serra.
Sin embargo, el cambio no sólo se produjo en la comparación en valores absolutos, sino también en términos relativos al tener en cuenta la incidencia del gasto público en el sistema económico del país. En 2004 representaba 14,3 por ciento del PBI, mientras que el año pasado saltó a 22,4 por ciento del PBI.
Lo que también permite ver el presupuesto son las propiedades del Gobierno. De este modo, vemos que durante 2013, los subsidios tanto al sector público como privado fueron la clave de la administración presupuestaria. En efecto, la finalidad “Servicios económicos” se incrementó en esos 12 meses unos 75.000 millones respecto de su partida original, es decir un 73%.
Por otro lado, la finalidad “Servicios sociales”, si bien en cuanto a volumen de recursos representa casi el 60% del total del gasto, tuvo en cambio una menor variación presupuestaria a lo largo del año pasado: sólo incrementó su partida en un 16%.
