La oposición no solo cuestionó la totalidad de las proyecciones del presupuesto por considerarlas alejadas de la realidad sino también criticó el notable aumento en la partida para obras públicas, que acusa al Gobierno, son para afrontar un año electoral crucial.
“Las planillas de obras no tienen fecha de ejecución, son sólo datos gruesos con el único objetivo de justificar un aumento de gastos para la campaña electoral”, denunció el jefe del bloque radical, Mario Negri (Córdoba) según afirma el diario La Nación.
En la misma sintonía se expresó la diputada socialista Alicia Ciciliani (Santa Fe), quien destacó que si las partidas no cuentan con una asignación específica es para permitirle al Poder Ejecutivo usar los denominados “superpoderes” y así reasignar partidas sin autorización del Congreso.
“Las partidas vienen sin asignación porque después, superpoderes mediante, asignan la obra pública a su antojo, según una discrecionalidad política”, se quejó Ciciliani.
El proyecto comenzará a discutirse mañana en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, y, según anticiparon fuentes oficialistas, la intención del kirchnerismo es emitir dictamen el próximo 2 de octubre y llevarlo al recinto el 8 del mismo mes.
Desde el PRO también se quejaron: “El presupuesto tiene la impresionante característica de que posee una estimación de aumento de ingresos del doble de lo que crecerán los gastos, pero todo esto se financiará con emisión monetaria y por mecanismos no institucionales”, sentenció Federico Sturzenegger (Pro-Capital).
Desde el Frente Renovador, el diputado Felipe Solá (Buenos Aires) se sumó a quienes consideran “una mentira” las estimaciones realizadas por el Poder Ejecutivo,
“Los números son falsos”, sentenció el ex gobernador bonaerense, quien justificó su afirmación en que “las variables que están previstas de ninguna manera son las que la realidad indica que vamos a tener el año que viene”.
