Goya, Sunday 26 de October de 2014

El pronóstico está hecho: con el calor se multiplicarán los casos de dengue, leishmaniasis y Chikungunya.

Se confirmaron los dos primeros casos en Argentina de Chikungunya. No son autóctonos. Se tratan de personas que regresaron de Venezuela, país en el que está diseminada la enfermedad. Pero este es el inicio para la propagación del mal en suelo patrio.

Recientemente, funcionarios de Salud Pública de la Provincia vaticinaron que el calor del verano correntino llegará de la mano de incremento en los casos de dengue y leishmaniasis. Y aseguró que la llegada de Chikungunya era cuestión de tiempo. En esto último no se equivocó. Habrá que ver qué ocurrirá en la estación en la que astro rey no se apiada del Taraguí.

En el caso del Chikungunya, el vector transmisor de la enfermedad es el mismo que en el dengue, un mosquito que está instalado desde hace años en Corrientes. Si bien el de la leishmaniasis no es el mismo, también se trata de un viejo habitante de la provincia.

Es decir, todo parece indicar que el primer pronóstico de los profesionales también será acertado.

En las propagandas difundidas por las carteras de Salud de la Provincia y de Nación se apunta que “sin mosquito no hay enfermedad”. Pero, ¿cuánto puede atacarse a estos insectos del orden de los dípteros? ¿Cómo se los puede extinguir? ¿Qué garantías hay de que no haya mosquito en una casa a pesar de las medidas de limpieza si en la vivienda contigua hay un malezal y contenedores de agua por doquier?

Al parecer, la lucha será desigual.