Internacional, Sunday 5 de July de 2015

Durante una semana, oficiará cinco misas a las que se espera concurran millones de personas, mantendrá encuentros con seis presidentes, sacerdotes, fieles y organizaciones sociales, y visitará una cárcel, un asilo de ancianos y barrios marginales

Las operaciones del aeropuerto de Quito estarán suspendidas en la tarde del domingo cuando el Papa Francisco arribe a la capital ecuatoriana procedente de Roma para iniciar la gira sudamericana que por una semana lo llevará a Ecuador, Bolivia y Paraguay, donde oficiará cinco misas multitudinarias, pronunciará 12 discursos, se reunirá con al menos seis presidentes y mantendrá varios encuentros con sacerdotes, obispos, jóvenes y miembros de la sociedad civil, incluyendo visitas a cárceles, asilos de ancianos y barrios marginales.
 
Para Francisco, es la primera gira completamente planeada por él y si bien es la segunda oportunidad en que visita América Latina -estuvo en Brasil en 2013, cumpliendo un compromiso asumido por Benedicto XVI-, será la primera vez que visite países de habla hispana, lo que ha generado una expectativa sin precedentes tanto en los países que visita, como en las naciones limítrofres. Por caso, las autoridades migratorias argentinas esperan que a partir del jueves, feriado por el Día de la Independencia, se produzca el mayor cruce de frontera de la historia, con más de un millón de argentinos yendo a Paraguay, para lo cual han dispuesto un operativo sin precedetes
 
Si bien el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, aclaró días atrás que la gira es de carácter pastoral y no está previsto que Francisco haga referencias a temas políticos, el secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, aseguró el viernes que el papa "lanzará una invitación a cuidar lo creado" e invitará a los latinoamericanos a buscar un desarrollo con "justicia social", de manera de construir un mundo que "tenga en cuenta a los pobres". "Desde el punto de vista político, América Latina es un laboratorio donde se experimentan nuevos modelos de participación, que busca un camino propio hacia la democracia", dijo el cardenal y agregó que "la iglesia pide sólo poder ejercitar su propia misión para contribuir al bien de la sociedad y al debate democrático". Además, adelantó que el papa reiterará su pedido a favor de la defensa del medio ambiente y del respeto de "la propia identidad cultural y contra a la tendencia de la globalización de uniformizar todo".
 
El domingo 5 de julio, el propio presidente Rafael Correa lo recibirá en el aeropuero, donde se espera que el papa pronuncie un discurso. En principio, se trata de la parada más difícil de la gira, pues el gobierno ecuatoriano enfrenta fuertes protestas que se iniciaron a comienzos de junio por la iniciativa de elevar impuestos a las herencias y a la plusvalía, pero devinieron en una crítica generalizada al gobierno. Aunque se habla de tregua, las autoridades ecuatorianas temen por que las manifestaciones enturbien la nutrida agenda pública que tendrá el sumo pontífice en tierras ecuatorianas.
 
El lunes 6, el papa viajará a Guayaquil, la ciudad más poblada del país, donde visitará el santuario de la Divina Misericordia y después oficiará una misa en el parque de Samanes. El almuerzo lo hará en el colegio Javier, fundado por los jesuitas, y luego regresará a Quito, donde realizará una visita de cortesía al presidente en el Palacio de Carondelet.
 
El martes 7 encabezará una misa en el parque Bicentenario de Quito a la que concurrirán los presidentes de Haití, Michel Martelly, y de Honduras, Juan Orlando Hernández, con quienes posiblemente se reúna. Luego mantendrá un encuentro con estudiantes y visitará la iglesia colonial de San Francisco, una de las más antiguas del continente, donde se reunirá con representantes de la sociedad civil, campesinos e indígenas de la Amazonia.
 
Por último, el miércoles 8 irá a una casa de reposo para ancianos en Tumbaco y llegará hasta el santuario de El Quinche, donde se encontrará encuentro con el clero, religiosos, monjas y seminaristas. Desde allí partirá hacia el aeropuerto, con rumbo a La Paz, Bolivia.
 
En Bolivia permanecerá desde el 8 hasta el 10 de julio y su estadía comenzará con una visita de cortesía al presidente Evo Morales en el Palacio de Gobierno, seguido por un encuentro con las autoridades civiles en la catedral paceña.
 
Durante la tarde de ese mismo día partirá hacia Santa Cruz de la Sierra, ciudad que recorrerá durante el resto de su estancia en el país andino y donde se espera que una multitud de argentinos de provincias del norte viajen para participar de la misa que celebrará el jueves 9 en la plaza del Cristo Redentor. Además, se reunirá con sacerdotes y seminaristas en la escuela Don Bosco y participará en el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares en el centro de Expo Feria.
 
El viernes 10 de julio visitará el centro de rehabilitación de Santa Cruz Palmasola, una cárcel que alberga a unos 3.000 reclusos. También, se reunirá con los obispos de Bolivia y participará en una ceremonia de despedida en el aeropuerto internacional de Viru Viru, desde donde desplazará a la última etapa de su periplo por Latinoamérica.
 
En Paraguay permanecerá desde el viernes hasta el domingo 12. Tras su llegada al aeropuerto internacional "Silvio Pettirossi" de la capital, Asunción, el papa realizará una visita protocolar al presidente Horacio Cartes en el palacio de los López.
 
Tras un encuentro con las autoridades y con el cuerpo diplomático, Francisco se retirará para retomar su agenda el sábado 11 de julio, jornada que comenzará con una visita al hospital pediátrico "Niños de Acosta Ñu". Acto seguido, presidirá una misa en la explanada del santuario mariano de Caacupé, se reunirá con representantes de la sociedad civil en el estadio León Candou de la escuela San José y presidirá las vísperas con miembros del clero en la catedral metropolitana.
 
El último día, el domingo 12 de julio, visitará a la población del Bañado Norte, presidirá una misa en el campo de Ñu Guazú, de la que participará la presidente argentina Cristina Kirchner, y a la que también están invitados los mandatarios de Brasil, Dilma Rousseff; Chile, Michelle Bachelet, y Uruguay, Tabaré Vázquez. Con Kirchner mantendrá su sexto encuentro desde que Bergoglio accedió al trono de Pedro. Más tarde, recibirá a los obispos paraguayos, con los que almorzará.
 
Antes de partir hacia Roma, cerrará su visita a Paraguay con un encuentro con los jóvenes en la bahía de Asunción. (Infobae)