Goya, Sunday 11 de October de 2015

Por inclemencias climáticas, se suspendieron hasta nuevo aviso las actividades previstas en la localidad.

El 12 de octubre se conmemora el nacimiento de Pilar Zaracho, conocida como “La Pilarcita” y se busca rememorar su historia cuando pierde la vida al intentar rescatar a su muñeca de entre las ruedas de un carro. Este evento fue declaro de interés turístico por el Ministerio de Turismo, dependiente del Gobierno Provincial, ya que revaloriza la historia y las raíces del ser correntino y se halla enmarcado en los Caminos de la Fe Popular.

A modo de rendirle homenaje, se conformó una comisión organizadora para llevar adelante la Fiesta de La Pilarcita, cuya presidencia está a cargo del señor Marcelo Zaracho. Sin embargo, por inclemencias climáticas se suspendió hasta nuevo aviso la edición 2015.

El festejo popular se da todos los años en el santuario de La Pilarcita ubicado a 30 Km de la localidad de Concepción, donde más de mil personas se acercan a visitar y saludar su altar.

Cabe aclarar que promeseros, familias, niños y adultos de distintos puntos de la provincia asisten caminando, a caballo, en moto, auto y camioneta al encuentro, cualquier medio de movilidad, y por ello se decidió suspender los festejos, que incluían festival chamamecero y un almuerzo tradicional con comidas típicas.

El público acerca sus ofrendas, muñecas de distintos tamaños en su gran mayoría, las que son expuestas en vitrinas en su santuario.

La historia de Pilar Zaracho

Popularmente conocida como la Pilarcita, en 1917, esta niña nacida en 1903 y ya con cuatro años de edad, en viaje con su familia como ocupante de una carreta tirada por bueyes, distrae su atención y la muñeca que protegía en sus brazos cae sobre el arenal del camino. La niña, en urgente salvataje se tira a rescatarla, pero una rueda de la carreta la aplasta y fallece.

El polvoriento sendero se convierte en su lugar de descanso, ya que sus padres cavan allí la tumba que guarda sus restos y con una cruz de madera encomiendan su alma al Niño Jesús. La historia cruza el mar del recuerdo y es la escritora Marily Morales Segovia, oriunda del pueblo de Yaguareté Corá y con residencia veinteañera en Valencia, España, quien de visita a Corrientes, tal su costumbre, realiza una muñeca artesanal a la que bautiza La Pilarcita.

En esta misma tierra, otro niño correntino demostró su valía y en sus batallas perdió su nombre original, Pedro Ríos, para ser recordado como el tamborcito de Tacuarí. Niños ambos, en el cielo de la inocencia, hacen de intermediarios entre las angustias de la gente y la fe en Dios, para conceder favores a los que algunos llaman milagros. En este caso, el pago, sencillo y afectuoso, es para la niña una muñeca, parecida a la que cobijó con su amor de mamá, al punto de dar su vida en el intento por salvarla.