Aunque no es un “pronóstico” sino una tendencia, el experto en agroclimatología Eduardo Sierra analizó los probables comportamientos del clima para los próximos meses y anticipó que después de Semana Santa regresarían las lluvias.
En una charla realizada en el Salón “Don Pedro” por 25 de Mayo 825 de Goya, participaron funcionarios de toda la micro región, entre ellos, el Interventor del IPT; Ing Cristian Vilas, Sub Jefe; Ismael Cardozo, Intendentes; José “Tata” Sananez (Santa Lucía), Miguel Perez (Gobernador Martinez), Gladys Cueva, el Vice; Hugo Perrotta (Lavalle), Diputados Provinciales; Geraldine Calvi, José María “Tito” López, titular del PRODEGO; Gustavo Gabiassi, titular de Defensa Civil; José Novello, Comisario General; Hector Montiel, Jefe de la Comisaría Primera; Comisario Inspector Roque Baez, además personal de PNA y demás funcionarios locales.
El pico, quizás mayor que el de diciembre, sucedería en junio. Desde que comenzó a hacerse sentir, “El Niño” afectó a unos 19 municipios correntinos. Algunos sufrieron principalmente pérdidas agropecuarias, otros recibieron el impacto sobre sus poblaciones urbanas y rurales, y en casi todos los casos, la posibilidad de organizarse con anticipación evitó que el desastre fuera mayor.
Caminos, alcantarillas, drenajes y puentes también resultaron dañados como consecuencia de las intensas lluvias, y la creciente de las cuencas internas, así como de los ríos Paraná y Uruguay, que tuvieron varios picos de altas y bajas desde noviembre en adelante.
Para analizar cómo podría ser la continuidad del fenómeno climático, el Gobierno provincial convocó al especialista en agroclimatología, Eduardo Sierra. El experto es asesor de la bolsa de cereales de Buenos Aires, docente en distintas universidades del país, y fuente de consulta para el Gobierno de Corrientes desde mayo del año pasado.
“Generalmente me llaman para evaluar los daños posteriores. Es una experiencia piloto la de Corrientes, y fundamental, la de contar con información anticipada para prevenir”, destacó el especialista durante su conferencia realizada ayer en la Casa de Gobierno.
Ante intendentes de municipios ribereños, referentes de Defensa Civil, de fuerzas de seguridad, y representantes de distintos sectores productivos, Sierra detalló el comportamiento del fenómeno de “El Niño” hasta el momento y habló sobre posibles tendencias hacia adelante.
“Lamentablemente, lo que se anticipaba que podía ocurrir finalmente sucedió bastante como se había pronosticado”, evaluó a su turno el ministro de la Producción, Jorge Vara. “Es fundamental ver que la información del clima es dinámica, que se actualiza constantemente, y que hay que seguirla”, subrayó el funcionario.
“Hemos tenido un muy buen mes de enero”, consideró Vara. “Eso permitió regularizar la situación en el interior, pero sabemos que el fenómeno se puede extender hasta avanzado el otoño y, seguramente, tenemos que seguir en alerta”, sintetizó.
En ese sentido, destacó el valor de contar con la información de manera anticipada. “En el área productiva ha evitado muchísimos daños”, sostuvo. Al respecto, recordó las pérdidas por lluvias intensas durante 2014 en la cuenca del río Corriente, en especial para el sector arrocero. “Repercutieron, sin ser “El Niño”, en una pérdida de 5.500 hectáreas de arroz. Un equivalente a 14 millones de dólares”, recordó. “Con la información anticipada ahora sólo se perdieron 460 hectáreas. Eso fue un ahorro de 12 millones de dólares que podrían haber vuelto a perder los productores”, sostuvo.
Lluvia desde marzo, creciente en junio
“Tras haber pasado el pico de la creciente en diciembre se podría pensar que para febrero ya pasó todo. Pero, por experiencias anteriores con “El Niño”, las crecidas principales suelen suceder en invierno”, detalló el ingeniero Eduardo Sierra.
Al comparar las cuencas hídricas del Paraná con la del Uruguay diferenció el comportamiento entre ambas: “El Paraná se manifiesta con inercia, arrastra un caudal mucho mayor que hace que cuando crece se mantenga alto por mucho tiempo. Mientras el Uruguay crece muy rápidamente y también veloz es su descenso”, describió.
El especialista analizó factores que se vinculan con el calentamiento global, y también recordó que el 2015 fue el año récord en ese aspecto a nivel planetario. Según esa tendencia, a nivel mundial auguran que para el año 2100 el planeta subiría unos 3.6 grados más que lo normal. “Así, Corrientes podría pasar a tener la temperatura del Ecuador, y Buenos Aires la de Corrientes”, comparó.
“Sin embargo, existen otros expertos que también señalan una tendencia importante en el descenso de la radiación solar, lo que podría mitigar el impacto. Este próximo invierno podría ser frío como el del 2013”, sostuvo.
Respecto del fenómeno climático de “El Niño”, que se vincula con la temperatura del agua en el Pacífico y depende en gran medida de la fuerza con la que soplen los vientos alisios, explicó que la repercusión de esta corriente es diferente sobre el hemisferio Norte que en el Sur. Mientras que el impacto ya estaría menguando en el Sur estadounidense, todavía por aquí existen señales de continuidad. Sierra desestimó además las versiones sobre la llegada del fenómeno opuesto, llamado “La Niña”, que se manifiesta con sequías. “Es normal que después de un ‘Niño’, vengan una, dos o tres ‘Niñas’”, graficó. Sin embargo, opinó que todavía eso demoraría en suceder.
El especialista reconoció el fuerte impacto que tuvo el fenómeno hasta ahora, que calificó como “Niño vigoroso”, comparable con las curvas de creciente y caída de lluvias del año ‘82. “No fue sólo la cantidad de agua, sino la intensidad. Cayó a baldazos sobre el centro de las cuencas”, describió.
Así, aunque hasta fin de mes el pronóstico parece indicar un comportamiento climático “tranquilo”, se espera que en marzo vuelvan las lluvias, alcanzando mayor intensidad en abril, en especial después de Semana Santa.
“No podemos estar tranquilos todavía”, advirtió.
Según esta tendencia otro pico de gran creciente, aunque fuera breve, alcanzaría la región en invierno, rondando los meses de junio y julio, y dejando efectos colaterales hasta incluso acercarse el verano. “Podríamos tener crecidas hasta diciembre de este año y quizás terminar de menguar hacia el periodo otoñal del año próximo”, evaluó. Así, con las cuencas hídricas de la zona todavía muy cargadas, la tregua no promete durar demasiado. Y el alerta, para poder actuar sobre todo en las poblaciones civiles debería mantenerse. “‘El Niño’ es como un delincuente, ahora no lo tenemos adentro pero sabemos que sigue al acecho”, advirtió al final.
Luego de la reunión en el Salón Don Pedro, se dirigieron a la Oficina del Interventor del IPT, algunos funcionarios presentes para una charla profundizada en el tema donde se intercambiaron opiniones.