La imagen duele y trascendió a través de Facebook. El escenario es una calle de una humilde barriada de Guaymallén.

Una niña se encuentra con el pelo descuidado, con algunos rastros de heridas en su piel y zonas coloradas de tanto rascarse. No tiene ropa, no tiene bombacha siquiera. Está desnuda y sucia. La nena está en la calle y no hay rastros de su papá y su mamá.

La escena es en la calle Lavalle al 2300, entre Moyano y Diego Paroissien, del barrio Pedro Molina en San José.Los vecinos que se la cruzan, cuando salen del primer estado de asombro, tienden a socorrerla por instinto. Una mujer le da el calzoncillo de su hijo, otra vecina trae más abrigo, buzo, chaleco. Le da leche, tortas y hasta un bebote.De pronto gritos histéricos. Insultos y golpes a los vecinos que luego del acto de generosidad pasan a una furia repentina. ¿De quién? De la mamá, que salió de una casa humilde a la vereda a atacar a los vecinos que solo cuidaban de su hija.

La escena sigue doliendo. Porque al abandono sucedió la violencia. Y en el medio los ojitos achinados de la pequeña que se abraza a su mamá y mira a todos sin entender. Y es que en realidad no se entiende.

La mamá no deja de insultar a los vecinos, incluso llegó a cortar con un vidrio a un hombre y se peleó con los policías que la detuvieron por abandono de persona.

La OAL intervino de oficio para velar por la nena, mientras la mamá fue derivada al hospital Sauce para evaluar su salud mental.

Los efectivos no pudieron localizar al padre o a otro familiar en condiciones de hacerse cargo de la niña, por lo que quedó bajo custodia estatal. Sí pudieron dar con el abuelo materno pero fue descartado al conocer que está cumpliendo prisión domiciliaria por una condena.

Fuente:Diariouno