Internacional, Saturday 11 de February de 2017

La joven inglesa de 20 años perdió la memoria por un ataque de epilepsia y su prometido tuvo que volver a enamorarla por segunda vez. 

Jessica Sharman es una joven de 20 que vive en Londres y tras sufrir un ataque de epilepsia en 2016, perdió la memoria. De allí en adelante su vida cambió para siempre y la de su novio también. Rich Bishop, pareja de la chica desde hacía siete meses tuvo que reconquistarla. Sí, como en la clásica película "Como si fuera la primera vez".

“Recuerdo que vi entrar a una mujer corriendo hacia mi, pero no tenía ni idea de quién era. Me abrazó, me preguntó si estaba bien y yo no sabía qué contestarle. Ella me decía que era mi madre”, relató la mujer sobre su reacción cuando su familiar la fue a ver al hospital, según consignó el diario español La Vanguardia.

“Empezaron a enseñarme imágenes que tenían en su teléfono”, agregó. “No sólo no conseguí identificar a mis padres, sino que, además, tampoco lo hice con mi propio rostro cuando me vi en las fotos”, contó frustrada Sharman.

Una vez dada de alta y de vuelta en su hogar, rememoró: “Mi madre me hizo un recorrido pero no me venía nada a la mente. Mis padres invitaron a Rich y yo no tenía ni idea de quién era. Es más, cuando me dejaron a solas con él, me asusté”.

Al día siguiente al ver que seguía sin recordar nada, su familia la llevó al Hospital Nacional de Neurología y Neurocirugía en Londres, donde quedó internada durante una semana y fue diagnosticada con amnesia a causa del ataque de epilepsia -una enfermedad que sufría desde los 14 años pero que nunca la condujo a la pérdida de memoria- entonces los doctores le advirtieron que recuperar los recuerdos le llevaría no menos de seis meses.

Tras este panorama, Bishop no bajó los brazos y se dedicó a reconquistarla. “Cuando estábamos solos yo lo odiaba, porque él actuaba como si estuviéramos enamorados, ja, ja. Y yo no sabía quién era”, cuenta la muchacha.

Convencido de su cometido, el hombre ideó un ingenioso plan que consistió en llevarla a pasear por los parques y los sitios a los que solían ir antes del ataque, a escuchar los mismos temas musicales con que bailaban y terminó declarándole su amor en la puerta debajo de un frondoso árbol, en el jardín de su casa, exactamente el mismo lugar en el que se le había declarado siete largos e inolvidables meses atrás.

“La verdad es que no recuerdo la primera vez en la que me enamoré de Rich, pero sí la segunda”, resume Sharman mientras evalúa algunas ofertas para llevar su historia de amor a la pantalla grande.