El hombre asesinó a puñaladas a su mujer, sus hijos y luego incendió la casa con todos sus integrantes adentro.
Esta madrugada dejó de existir Rodolfo Ferreyra, el hombre que el pasado lunes por la noche asesinó a puñaladas a su mujer, a sus cuatro hijos y luego incendió la casa con todos sus integrantes adentro.
Él fue el único que sobrevivió, pero presentaba quemaduras en más del 80% de su cuerpo, además de las vías respiratorias extremadamente comprometidas. Su agonía se extendió por más de 24 horas y finalmente esta madrugada, murió.
De esta forma, la masacre más grande de la historia de la provincia queda impune. Ante el fallecimiento del autor, se procede al sobreseimiento total y definitivo. Además, se extingue la acción penal.
