Goya, Tuesday 21 de March de 2017

Hace unos pocos días, los referentes kirchneristas vernáculos. con Camau Espínola a la cabeza pusieron en marcha en los medios nacionales una fuerte campaña tendiente a ligar al mandatario correntino con el narcotráfico.

Al igual que hizo uso y abuso de la estrategia que puso en marcha el perverso ministro de Defensa nazi, Joseph Goebbel, en tiempos en que estos querían conquistar el mundo, Tras la detención de un intendente y dirigentes K, por fuerzas federales en un megaoperativo que fue la conclusión de largos años de investigación. Y que determinó que hasta la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, bajara a la Provincia y en compañía de Colombi diera detalles de los allanamientos y detenciones. Sin embargo, el kirchnerismo no solo intentó sacarse de encima a sus “compañeros” narcos, sino que se las ingenió para que algunos periodistas ligaran al gobernador con el mencionado delito.

Corrientes este año elige gobernador, el sucesor del tres veces electo Ricardo Colombi, que, cumpliendo el último año de su gestión acumula algo más del 70 por ciento de imagen positiva. Eso desespera a sus adversarios, que lo consideran el principal escollo para derrotar a la alianza ECO-Cambiemos en la contienda electoral.

A esta realidad, que indica que el proyecto oficialista es el más atractivo para el electorado correntino,  cuando todavía faltan varios meses para la confrontación, se le suma el karma que persigue a las huestes kirchneristas, ligadas a cuantos hechos de corrupción existieron en el país en los últimos años, con la referente máxima de la fuerza enredada junto a su familia, en una maraña de imputaciones por acciones  ilegales y de apropiación de recursos del Estado como jamás involucrara a un expresidente de la Nación. Camau, una creación kirchnerista de pura cepa que con su apoyo logró hacerse de la Intendencia de la capital correntina, desde hace tiempo intenta despegarse de sus mentores, sin miramientos y tal su característica de “lobo” disfrazado de “cordero”,  desde las sombras, pone en marcha cuanto operativo pueda para borrar su pasado como parte del sector más delictivo de la política.

A la vez que no dudó en aliarse con actores de lo más perversos e inescrupulosos de la política correntina, tal el caso del exlegislador Martínez Llano, con quien viene poniendo en marcha distintas campañas “sucias”, que tienen como objetivo a Ricardo Colombi, a quien llaman el “gran elector” de ECO, es decir lo consideran su “enemigo” para las aspiraciones del medallista de quedarse con el Sillón de Ferré, aunque este no pueda ser reelegido.

Casi en coincidencia cuando el kircherismo sumaba otro duro golpe a sus filas, con la detención por narcotráfico del intendente y vice de Itatí, ya muy castigado por la acumulación de dirigentes con casos de corrupción,  como los de Angelina Lesieux, de Perugorría, imputada por apropiación de recursos del Estado en una causa de la que Camau zafó, pero en la que es vox populi que parte de los recursos que se le reclama a la jefa comunal él los usó para su campaña, siguiendo con el intendente de Goya, que fue denunciado por malversación de fondos públicos por el viceintendente Darío Zapata, que presentó su renuncia, y respectiva acusación en el fuero penal contra este, por citar los casos más emblemáticos.

Sin embargo, el perverso equipo formado por el deportista en pos de su obsesión de llegar a la gobernación, que incorporó otro actor acostumbrado a las campañas de baja calaña, el periodista Billy Zampa, merced a una gran disposición de recursos,  y las “amistades” de aquellos que quieren poner u n pie en Corrientes y no lo pueden hacer, sumados a los que decidieron ir por el presidente Macri y sus aliados, que en los últimos días dieron muestras de lo que son capaces de hacer en el país, pusieron a Colombi en boca de periodistas nacionales ligándolo al narcotráfico, con argumentos de los más descabellados y burdos, como la muestra de un mapa del delito que decían provenía del Ministerio de Seguridad de la Nación, que no resistía el más mínimo análisis, por lo trucho que se mostraba, rápidamente desmentido pero que en las redacciones y programas nunca fue exhibido.

La estrategia es clara: miente, miente que algo quedará. Los actores fueron variados: se dice que lograron involucrar hasta un excandidato a presidente con influencias en importantes medios de Buenos Aires. La reacción del oficialismo de la provincia no tardó en llegar; con mucho esfuerzo, está poniendo las cosas en su lugar.

En parte del periodismo nacional, por la vehemencia de querer mostrar una realidad que no existe, se les fue la mano y hasta hirieron la correntinidad, un valor que orgullece a los que habitamos esta tierra, queriendo con malicia confundir a la mayoría honesta y que trabaja duramente para vivir,  con un grupo de marginales bien identificados que pretenden vivir merced al delito.

 

El caso Goya

 

Uno de los argumentos más rebuscados y falsos, utilizados por los articuladores de la campaña contra Colombi, por los medios nacionales sobre todo,  para ligar a este con los narcos, fue el querer hacer aparecer como que interrumpió un operativo contra los traficantes de droga en Goya en el pasado mes de diciembre, llegando a expresar incluso, “tomó un avión y fue al lugar” –por Goya–. Nada más falso, el mandatario estaba  alojado en esa ciudad cumpliendo diversos actos, sobre lo que la prensa da cuenta con mucha claridad, y cuando le avisan lo que ocurrió con los jóvenes que fueron levantados de la costanera de Corrientes, al mejor estilo de la dictadura militar, por una fuerza policial de extraña jurisdicción, como es la de Santa Fe, se encontraba presidiendo la inauguración de la sede del Banco de Corrientes en Perugorría, en la que participaba la intendenta.

De ahí, ante la demanda de los familiares, fue en rescate y salvaguarda de los jóvenes, que fueron llevados como testigos desde más de 200 kilómetros, sin cumplir ningún protocolo de convivencia democrática. Los padres han sido terminantes sobre el hecho, al expresar: “Agradecemos al gobernador por velar por la seguridad de nuestros hijos, que fueron ‘llevados’ desde  Corrientes de una manera grotesca y a los que se les expuso sin ningún tipo de seguridad a cara descubierta ante los narcos, mientras los policías estaban con pasamontañas,  cara cubierta, chalecos antibalas y armados”.

Otra falsedad que se expone es que el mandatario interrumpió  el operativo, cuando la realidad es que,  al reclamar por los jóvenes, el mismo ya había concluido, tanto es así que hace pocos días se dictó el procesamiento de los detenidos.

Finalmente, es necesario expresar con claridad que el gobernador Ricardo Colombi no tiene ninguna causa judicial ni está investigado en ningún caso de narcotráfico. Los que cayeron por este delito son todos del kirchnerismo. El ataque a él viene de la política, de lo más bajo de ella y con los personajes más nefastos. Todo fue un operativo del que a esta hora ya no quedan dudas de la intencionalidad;  hasta el intendente de la Capital dejó entrever que  las acusaciones eran un operativo de prensa.

Los correntinos conocen a los actores políticos y sabrán definir quién es quién. Igual, en este tipo de acciones, daños siempre quedan, sirvió para que el lobo disfrazado de cordero muestre otra vez los dientes, como cuando el kirchnerismo mandaba en el país, y no dudó en borrar a Corrientes de todos los planes, programas y obras, con tal de beneficiarse políticamente.

Ahora apeló a una bajeza. Queda claro que no quiere debatir proyectos ni propuestas. ¿Será que no tiene futuro, que ya no le queda nada por mostrar? La realidad es que, junto a sus “compañeros”, tiene mucho que rendir todavía ante la justicia, que siempre llega.