Nacional, Tuesday 21 de March de 2017

La mayoría de los frigoríficos brasileños, entre ellos los gigantes JBS y BRF, “usaban productos químicos no permitidos para disimular las características físicas del producto podrido y su olor”.

Brasil.- El país no se recupera del escándalo por los negociados de la constructora Odebrecht y la petrolera Petrobras, y ya apareció otro que involucra a los mayores frigoríficos que “maquillaban” la carne vencida para luego exportarla.

El fin de semana, la Policía Federal de Brasil dio a conocer los alcances del resultado de la operación llamada “Carne Débil” (“Carne Fraca”, en portugués), que entre otras irregularidades, descubrió la adulteración y “maquillaje” de carne bovina y de pollo en mal estado, tanto para ser vendida en el mercado interno, como para exportarla.

El tema no es menor especialmente porque el volumen de carne que involucra: “Brasil es uno de los principales exportadores de estos productos en el mundo (top 3); anualmente vende US$ 5.500 millones de carne de res y US$ 6.500 millones en pollo”, publicó BBC.

Al mismo tiempo que la Justicia avanza (el comienzo de investigación se inició hace dos años), se conoció que están involucrados prácticamente todos los grandes frigoríficos del país, entre ellos los gigantes BRF y JBS.

El primer impacto ya se sintió este lunes: China, Chile y Corea del Sur anunciaron que suspenden sus compras de cortes brasileños. Mientras tanto, la Unión Europea envió una carta urgente pidiendo explicaciones.

Brasil es uno de los tres mayores exportadores mundiales de cortes bovinos y aviares. JBS, por ejemplo, exporta el 15,9% de sus cortes a Sudamérica, al 12,3% a África, el 11,8% a China y el 11,3% a México.

El escándalo ya llegó, por supuesto, a las esferas políticas. El presidente de Brasil, Michel Temer, se reunió el domingo con decenas de embajadores de países que importan carne brasileña en su intento por minimizar los daños.

Hasta ahora, la Policía emitió 38 órdenes de arresto que implican incluso a directivos de JBS y BRF y numerosos inspectores del Ministerio de Agricultura, que habrían obviado cuestiones de salubridad al autorizar los embarques. “Son investigados por presuntamente recibir sobornos para que pasaran por alto que las empacadoras utilizaron sustancias químicas para mejorar la apariencia y el olor de la carne caducada”, publicó La Voz.

“Los representantes de las empresas niegan que las acusaciones de las autoridades brasileñas sean ciertas, aunque el escándalo ya los ha hecho perder cerca de US$ 1.900 millones en su cotización en la bolsa de valores de Sao Paulo”, según la BBC.

El caso

Según los investigadores, las principales productoras cárnicas adulteraban con productos químicos carnes que estaban “podridas” o en condiciones no aptas para el consumo.

Para lograr la aprobación oficial, las empresas habían creado una red de pagos de sobornos que involucraban, según la Policía, a funcionarios dentro del Ministerio de Agricultura.

El “maquillaje” consistía desde vitamina C hasta ácidos y conservantes por encima de los límites permitidos con la idea de “disfrazar” el color. “Usaban ácidos y otros productos químicos, en algunos casos cancerígenos, para disimular las características físicas del producto podrido y su olor”, dijo el investigador de la Policía, Mauricio Moscardi.

Marcas

JBS es líder mundial en carnes. Controla, entre otras, las marcas Big Frango, Seara Alimentos y Swift. BRF es propietaria de las marcas Sadia y Perdigao.