Internacional, Saturday 15 de April de 2017

Dos jueces suspendieron temporalmente la aplicación de la inyección letal a siete presos en el transcurso de once días, organizada por el gobierno del estado porque una de las drogas utilizadas para el procedimiento está por vencer.

Dos decisiones judiciales frenaron momentaneamente las siete ejecuciones previstas para fin de este mes en el estado de Arkansas (sur de Estados Unidos), las cuales se iban a hacer en un tiempo récord de 11 días a partir del próximo lunes y que desataron la condena nacional e internacional.

El juez Wendell Griffen emitió una orden temporal que prohíbe al estado usar uno de los tres medicamentos previstos para las ejecuciones, el bromuro de vecuronio, porque la empresa que se lo vendió, McKesson, presentó una denuncia en la que alega no haber sido informada de que iba a utilizarse para aplicar la pena capital.

La orden, que la Fiscalía General del estado anunció que apelará hasta el tribunal Supremo estatal, establece que Arkansas no podra usar el bromuro de vecuronio obtenido de McKesson hasta que así lo dictamine esa misma corte, donde está prevista una audiencia de urgencia el martes.

El gobernador del estado, el republicano Asa Hutchinson, había justificado su decisión de programar ocho ejecuciones (una ya había sido suspendida) en 11 días, algo que no tiene precedentes desde que se reinstauró la pena capital en Estados Unidos en 1976, porque a fin de mes vence el sedativo llamado midazolam, uno de los tres medicamentos usados para la inyección letal.

 “Una de las tres drogas (midazolam) del protocolo de inyección letal expira a finales de abril”, argumentó el republicano en una declaración oficial enviada por su oficina a Télam.

“Para cumplir con mi deber como Gobernador, que es llevar a cabo la sentencia impuesta por un jurado, es necesario programar las ejecuciones antes de la expiración de ese medicamento “, añadió.

Poco antes de la decisión del juez Griffen, la Corte Suprema de Arkansas suspendió la ejecución de Bruce Ward, de 60 años, que se suma a la suspensión de la de Jason McGehee días antes.

Así, de las ocho ejecuciones previstas inicialmente en un plazo récord de 11 días dos están suspendidas y seis en duda tras la decisión del juez de prohibir temporalmente el uso de uno de los medicamentos.

Ningún estado en la historia moderna realizó tantas ejecuciones en tan corto tiempo, con el antecedente más cercano en las ocho que llevó adelante Texas en el transcurso de un mes, tanto en mayo como junio de 1997, según datos de Death Penalty Information Center, una ONG especializada en las penas de muerte.