Nacional, Thursday 19 de October de 2017

De una imprevisible venganza fue objeto un banquero que no quiso prestarle dinero a su pareja.

Por la acusación en su contra de "tacaño", así tuvo que rescatar el automóvil Guy Gentile.

Kristina Kuchma pensó que su vida iba a ser perfecta. Tenía un novio joven, con mucho dinero, casa hermosa y un auto lujoso en la cochera. Una buena oportunidad para asegurarse el futuro amoroso y económico. Pero él cortó con sus sueños.

Como el banquero estadounidense Guy Gentile se negó a invertir unos cuántos miles de dólares en el emprendimiento comercial que la novia tenía en mente, ella enfurecida se desquitó tirándole el Mercedes Benz a la pileta.

Para quitarle (o sumarle) emoción a la sorpresa que estaba sumergida bajo el agua, minutos antes Kristina le mandó un mensaje de alerta: "Mentiroso, ¡me dijiste que me ayudarías a empezar un negocio! Pues, inversor, tengo una sorpresa para ti en tu patio, comienza con esa idea de inversión primero".

Gentile  pasó rápidamente del susto a la bronca. "Mi corazón se detuvo por miedo de que ella estuviera adentro. No me importó el auto en ese momento. Pero luego que me di cuenta que no estaba en él, comencé a enfadarme por lo que hizo", relató al New York Post.

El año de amor que vivieron juntos había terminado días atrás en la cena que tuvieron en un restaurante de Bahamas. No alcanzaron a terminar el postre cuando ella se levantó súbitamente de la mesa. La respuesta de “no mezclo dinero con romance” a la solicitud del préstamo de 55 mil dólares la enojó. Y mucho.

Posiblemente el “tacaño” banquero se opuso a firmar el cheque para no transferir fondos en blanco. En 2012 Gentile había sido condenado por fraude y debió acordar ser informante del FBI para no ir a la cárcel. Si hubiera sabido lo que le esperaba, posiblemente lo hubiera pensado un poco más antes de hacer el trato.