Al celebrarse la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Jesús agradeció el servicio de los sacerdotes y ministros extraordinarios de la comunión.

Al celebrar “el misterio del amor de Dios, manifestado en Jesucristo, expresado en el Cuerpo y la Sangre de Jesús” el obispo recordó que “Jesús dice: ´Yo estaré siempre con ustedes, todos los días hasta que se acabe este mundo´”.

Dijo que Jesús de diversas maneras “eligió quedarse, ya sea en su Espíritu, en su Palabra, en la Iglesia, en cada ser humano y en cada acontecimiento” pero remarco que se “quedo de manera muy especial, discreta, oculta, pero de manera muy sustancial en su Cuerpo y Sangre, alma y divinidad, en la Santa Eucaristía”.

Recordó el magisterio de la Iglesia que dice: “La Eucaristía hace la Iglesia y la Iglesia hace la Eucaristía” por eso expreso seguidamente su reconocimiento y agradeció a “cada hermano sacerdote” porque “cada día hacen presente a Jesús, en cada rincón de esta Diócesis, celebrando la Eucaristía que es el misterio, que actualiza la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor que les dio a Dios la gloria y salvo a la humanidad de una vez y para siempre”.

MINISTROS

En esta celebración el obispo también saludo a todos los Ministros Extraordinarios de la Comunión que llevan “la Eucaristía a los enfermos” en cada una de las capillas o parroquias y en la liturgia de la Iglesia, también saludo a los que fueron instituidos nuevos ministros y a quienes renovaron su ministerio “al servicio de la Eucaristía para el bien de los hermanos”.

Monseñor Adolfo Canecín invitó a “redescubrir y a revalorizar el domingo como el Día del Señor” y, además del domingo a “la Eucaristía cotidiana” pero sobre todo “el domingo” dijo.

“Qué lindo es tener en sus manos, re leer y revitalizar el documento de San Juan Pablo II ´el Día del Señor´ para re descubrir el valor del domingo como el día mas importante donde brota toda la espiritualidad del Año Litúrgico”.

ADORACION

Animó y felicito a “quienes llevan adelante horas y días en la Adoración Eucarística” en las capillas y comunidades, de manera especial, “animar a todas las parroquias para que con el paso del tiempo pueda haber la Adoración Eucarística Permanente, es decir las 24 horas de cada día y todos los días del año” y reconoció que “son varias ya las parroquias de esta Diócesis que están realizando la Adoración Eucarística Perpetua” porque “es lo mejor que podemos hacer: adorar a Jesucristo vivo, presente en la Eucaristía, es su presencia real”.

“Estar delante del Señor” remarco y añadió que “las mejores intuiciones pastorales, familiares y personales, no le quepa la menor duda, van a brotar de la contemplación de la Eucaristía y la fortaleza para salir adelante”.