Nacional, Sunday 12 de August de 2018

El martes empieza el debate por la muerte de Genaro Fortunato, ocurrida el año pasado. La única imputada es su novia, Julieta Silva.

Habrá que escarbar bastante en la historia penal argentina para saber si se llega a un caso similar al de la muerte de Genaro Fortunato, ocurrida en la madrugada del 9 de setiembre del año pasado en San Rafael.

El hecho llega a debate con dos carátulas alternativas: homicidio simple  con dolo eventual y/o homicidio culposo. Eso significa, en el primer caso, que la acusada, Julieta Silva, atropelló a su novio Genaro y que no hizo nada por evitar matarlo.

En la segunda opción, la idea es creer que la mujer no vio a su pareja en la calle cuando lo pisó con su auto. Como fuere, como se decida durante el debate, los dos sucesos prácticamente no cuentan con antecedentes a la vista: la mujer que asesinó a su novio pisándole la cabeza adrede, o la mujer que no vio a su novio y con su auto le aplastó el cráneo.

Allí es cuando la desgracia (para la defensa) o el ímpetu homicida de Silva (para la querella y el Ministerio Público Fiscal) se hace presente. Y eso es lo que en el debate se tratará de dilucidar desde el martes en San Rafael, en uno de los juicios más esperados debido a su complejidad y a lo que provocó en la opinión pública.

Genaro Fortunato (25) y Julieta Silva (30) mantenían una relación amorosa de meses. Él, un joven jugador de rugby de clase media que vivía con amigos; ella regenteaba una casa de venta de ropa y es separada y madre de dos hijos.

La madrugada del 9 de setiembre de 2017 los dos llegaron al boliche Mona de El Chañar e Yrigoyen de San Rafael a bordo del auto de la mujer. Iban a bailar. Bebieron y en la disco hubo una discusión, posiblemente por celos.

Poco antes de las 5 de la mañana dejaron el local bajo una lluvia persistente. Genaro –según los videos de la puerta de Mona– estaba ebrio. Ella había bebido, pero en menor cantidad.

Discutieron al llegar al auto que estaba estacionado sobre calle El Chañaral. Finalmente Julieta se hizo cargo de la conducción, pero el joven intentó disuadirla desde afuera del vehículo y corrió a la par del auto hasta que se cayó al piso en el medio de la calzada. Julieta arrancó sola con dirección al norte.

A los 150 metros hizo un giro en "U" y volvió hacia donde estaba su novio. Un cuidacoches que esa noche trabajaba en el lugar dice que le hizo señas a la mujer para que frenara. Genaro estaba en el piso y la mujer lo arrastró más de 3 metros hasta que se detuvo. Cuando se bajó vio el cuerpo de su novio sin vida en medio de la calzada: le había aplastado la cabeza.

 

 

 

Acusada

La fiscal del caso, Andrea Rossi, se hizo presente en el lugar y a los días imputó a Silva de un delito que no tiene otra condena que perpetua: homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por alevosía. Para la magistrada, Silva mató a su novio a propósito en un ataque de ira. Julieta fue a parar a la cárcel de San Rafael.

El 31 de octubre pasado durante la audiencia de prisión preventiva, el tribunal compuesto por los jueces Alejandro Celeste, Néstor Murcia y Jorge Yapur, le otorgó a Silva la prisión domiciliaria. Le quitaron las dos agravantes (vínculo y alevosía) y le indicaron a la fiscal que se dedicara a investigar el hecho como homicidio simple con dolo eventual u homicidio culposo agravado, figuras que persisten al día de hoy.

En aquella ocasión, Rossi argumentó que su trabajo estuvo bien hecho: "Hay que mantener la calificación actual ya que Silva logró su cometido", soltó a la hora de explicar que la mujer quiso matar deliberadamente a su novio. Luego se explayó en lo que para ella era "la relación de pareja", para que cuadrara la agravante del "vínculo" que pesaba sobre la mujer. Una posición que, de acuerdo con especulaciones, es la que va a sostener en el debate.

La querella

Los abogados de la familia Fortunato (con Tíndaro Fernández a la cabeza) tratarán de demostrar que no fue un simple accidente de tránsito. "Están convencidos de que hubo intencionalidad  por lo que podría ser un ataque de ira; lo menos que van a tratar es de justificar el dolo eventual, ya que Silva, sabiendo en las condiciones en que había quedado Genaro, tirado en la calle como lo dejó ella cuando salió con el auto, no hizo nada para evitar el desenlace", indica una fuente del caso.

Para eso usarán la versión del cuidacoches testigo, aduciendo que pese a que le hizo señas para que ella se detuviera, Silva eligió seguir adelante y no varió el curso. También le van a sumar que Silva mintió a la Policía al decir que no sabía quién era. En cuanto a probar el vínculo entre ambos, pretenden hacer pesar los 6.000 mensajes de whatsapp recuperados de los celulares de ambos -imputada y víctima- para demostrar que sí existía una relación de pareja estable, no casual.

La defensa

Para la defensa de Silva (encabezada por el abogado Alejandro Cazabán), el hecho se trató de un accidente: "Ella no lo vio", tal es la síntesis de su teoría.

 

En ese aspecto, el letrado tiene confianza en lo que digan los muchos peritos que han intervenido, tanto en el momento del hecho como en las pericias posteriores. La incapacidad oftalmológica  de Julieta (no llevaba sus anteojos para manejar aquella madrugada), la escasa luminosidad de la zona y la lluvia podrían sumar los indicios para convertir todo eso en una prueba robusta.

Julieta declaró ante la fiscal dos días después del hecho, recuperada de su shock ya que estuvo días bajo tratamiento psiquiátrico. De acuerdo con una fuente judicial, "la mujer hizo una declaración exculpatoria digna de toda lógica". 

En su indagatoria, Silva repitió varias veces que no alcanzó a ver a su novio, que jamás sería capaz de hacer una cosa semejante. Que esa noche había salido sin sus lentes (sufre de astigmatismo) y que eso sumado a la lluvia, hicieron que no advirtiera la presencia de su novio sobre el asfalto mojado. Julieta, además, dijo que regresó en su auto para darle el celular a Genaro ya que ella lo tenía en su poder.

También se encargó de afirmar que había salido esa noche para distraerse y que no podía creer la pesadilla que estaba viviendo.

¿Qué es el dolo eventual?

La figura de "homicidio simple con dolo eventual" se aplica cuando, para la Justicia, una persona tuvo que haberse representado que, al realizar una determinada acción, podría ocasionarle la muerte a alguien y, pese a prever ese posible resultado, continuó con su accionar y no hizo nada para evitarlo.

Las audiencias comienzan pasado mañana desde las 9 y serían en doble turno. Por las tardes, desde las 16.

En el juicio no podrán entrar cámaras de los medios de comunicación.

Sólo permitirán la cámara del Poder Judicial y habrá un link para seguir el proceso por internet.

El debate tiene como fecha final el 27 de agosto.

Se tiene previsto la presencia de 55 testigos, probablemente algunos sean desechados por el tribunal.

Es factible que se haga una reconstrucción del hecho.

Los jueces son: Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle; la fiscal es Andrea Rossi.

Sobre Silva pesan dos acusaciones alternativas: homicidio culposo (accidente, con máxima de 5 años) y homicidio simple con dolo eventual (de 8 a 25 años).