Goya, Thursday 15 de November de 2018

La comunidad de la Vicaria “Sagrada Familia” del Barrio 9 de Julio, con gran alegría invita a la comunidad goyana a la misa que presidirá el obispo Adolfo Canecín, en la que la Hermana Leila Nazaret Colombo de 36 años hará sus votos perpetuos en la Congregación de las Carmelitas Misioneras.

La celebración será este sábado a las 20 en la capilla ubicada en el Barrio 9 de Julio de la ciudad de Goya.

Leila Nazaret Colombo es una joven de Goya. Hace 11 años que ingreso en la Congregación de las Carmelitas Misioneras. La comunidad de la Sagrada Familia, que es su comunidad de origen donde transcurrió su infancia y adolescencia.

“Desde los 13 años sentí que El Señor me pedía algo, escuche en un acto de mi colegio el testimonio de una de las hermanas que me dejo inquieta por querer saber más. Empecé mis primero pasos como catequista en el Puerto Goya, fueron mis primeras misiones” relata la religiosa como testimonio de su despertar vocacional.

La Hermana Leila Colombo contó: “Una vez participe de un encuentro de la familia del Carmelo, donde se juntan todos, los padres carmelitas, las madres, nosotras las Carmelitas Misioneras.  Y fue el momento donde dije el Carmelo es lo mío, quiero ser Carmelita Misionera, y bueno me comunique con las hermanas, de poco inicie mi proceso vocacional hasta que en el 2007 ingrese al postulantado en Barreal San Juan, pase por Mar del Plata el noviciado, hice mis primeros votos en el 2010”.

La joven “carmelita” realizo el juniorado los dos primeros años en Colombia y después en Argentina por distintas comunidades: como Barreal San Juan, Panambí Misiones, y actualmente en Río Cuarto, Córdoba.

“La vocación es don de Dios que siembra en nuestros corazones, es un llamado y respondí a Jesús, soy feliz de ser una mujer consagrada, de gastar mi vida día a día donde Dios me llame. Es un tesoro en manos de barro, en donde la gracia de Dios su fidelidad es más grande y fuerte” expreso emocionada.

Relato luego: “La vida me llevo por muchos lugares donde encontré, fortalecí, mi vida vocacional. La obra es de Dios, que no abandona a sus hijos. Me ayudó mucho y lo veo como gracia de Dios el apoyo de mi familia en todo momento”.

La Hermana Leila Colombo agradeció “sobre todo por la misericordia y bondad de Jesús en mi caminar, es ese deseo ese fuego en el corazón que no podés callar, no es para una guardarlo, te lleva a salir. Como dice el papa Francisco ir a las fronteras, salir, el mondo grita, y no podemos no escuchar”.

Finalmente remarco “estoy muy agradecida a todos los que me están ayudando y acompañando en estos momentos de felicidad, por mi entrega definitiva al Carmelo Misionero, por mi familia, por mis hermanas, amigos, al obispo (Adolfo Canecín), que están apoyándome para que todo salga hermoso, como debe ser ese día”.

Pidió “recen por mí, cuento con sus oraciones. De corazón deseo que Nuestra Madre de Itatí bendiga a cada uno con su amor y generosidad” concluyo la Hermana Leila Colombo cm.