Nacional, Tuesday 11 de December de 2018

Tras una larga investigación realizada por la Policía de la Ciudad, fue detenido junto a 8 integrantes de una banda que suministraba drogas en fiestas electrónicas. 

También cayeron “El DJ” y “El Panadero”, con quienes formaba una asociación ilícita. Se secuestraron más de 400 plantas de plantas y cogollos de marihuana, armas, vehículos y dinero en efectivo. Las escuchas que usaron como prueba.

Una mega banda dedicada a la comercialización de drogas sintéticas, marihuana y cocaína en fiestas electrónicas, a la prostitución y al lavado de dinero, fue desarticulada luego de un trabajo en conjunto realizado entre la Policía de la Ciudad  y de la provincia de Buenos Aires.

El operativo que finalizó con la detención de nueve personas incluyó, además, múltiples allanamientos que fueron realizados en departamentos ubicados en la ciudad de Buenos Aires, el sur del conurbano bonaerense y en la localidad de San Clemente del Tuyú en el Partido de la Costa.

Las tareas investigativas se iniciaron luego que la División Precursores Químicos de la Policía de la Ciudad lograra, en octubre del 2017, la detención de un dealer comercializando estupefacientes en inmediaciones de un boliche donde se realizaba una fiesta de música electrónica.  En ese procedimiento se logró el secuestro de 28 pastillas de éxtasis, cogollos de marihuana, dinero en efectivo producto de las transacciones ilegales y un teléfono celular.

Con el material incautado, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7 a cargo del Dr. Sebastián Casanello ordenó una pericia sobre el aparato secuestrado para poder ascender en la cadena de comercialización y poder dar con los proveedores de las sustancias.

Es así que con los resultados obtenidos de las tareas investigativas, que incluyeron escuchas telefónicas, fotografías y seguimientos autorizados por la Justicia, lo efectivos de la Policía de la Ciudad comprobaron que el suministro de sustancias era aportado por tres bandas lideradas por: “El DJ”, “El Rey de las Flor” y “El Panadero” quienes aportaban drogas sintéticas, marihuana y sus derivados y cocaína respectivamente. Además con las pesquisas se logró identificar a todos los integrantes de la organización criminal, sus roles dentro de la misma y las direcciones de varios domicilios vinculados a la causa.

Siguiendo con el hilo de la investigación se logró identificar a quienes eran los proveedores de las drogas sintéticas. Los mismos resultaron ser una pareja compuesta por un reconocido DJ de música electrónica y su novia. El músico, que realizaba presentaciones en la Costa Atlántica y en la ciudad uruguaya de Punta de Este, proveía de éxtasis y LSD a sus dealers que las comercializaban en inmediaciones de los boliches donde hacía sus shows.

Con estos datos, el juzgado interventor autorizó continuar la investigación  en forma ascendente para poder llegar a identificar quienes eran los proveedores de flores de marihuana y de cocaína. Allí el camino se bifurcó siendo que un hombre y su hijo eran  los encargados de la producción y comercialización de flores de marihuana y sus derivados; en tanto que la pista de la cocaína derivó en la identificación de una pareja que además regenteaban departamentos donde se ejercía la prostitución.

El camino al abastecimiento de marihuana llevó a los investigadores hasta un domicilio ubicado frente a la estación ferroviaria de la localidad de Lanús donde funcionaba un invernadero industrial con capacidad para más de 500 plantas. Allí se había armado un salón especialmente acondicionado para el cultivo “indoor” y además se había instalado un laboratorio clandestino para la producción y fraccionamiento de aceite de cannabis.

En el invernadero se habían instalado costosas infraestructuras, estimadas en más de medio millón de pesos, a los efectos de disimular olores propios de la plantas, utilizando a dicho fin, tierra mejorada químicamente para el cultivo, un sistema de filtros de carbón, un método especial de iluminación de última generación y temporizadores que regulaban los riegos haciendo que las plantas fuesen hidratadas cada 20 minutos. También funcionaba un lugar utilizado para el secado de las flores que era el mismo donde  se hacía el aceite de cannabis.

El nivel tecnológico del invernadero era tal  que se manipulaban las semillas genéticamente a través de la fertilización de la tierra con productos químicos. Entre los cultivos hallados de flores se encontraron  distintas especies: la más conocida es una denominada “Amnesia Haze”, altamente cotizada en fiestas electrónicas por sus efectos psicotrópicos. También fueron encontradas otras variedades como “Critical Mass”, “Chico”, “Naranja”y “Coco”. Inclusive se detectó una especie  nunca antes vista en el país que recibe el nombre de “Lemon Haze” y hasta flores con sabor a chocolate conocida como “Choco”.

Pero este negocio no era llevado a cabo por un improvisado. La “PYME” era dirigida por un graduado en la carrera de Dirección de Negocios de la Universidad Católica Argentina que aplicaba sus conocimientos adquiridos y utilizaba el sistema FODA ( Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) como modelo para desarrollar la empresa. En su oficina, ubicada en la localidad de Remedios de Escalada, se encontró una pizarra con frases motivacionales  para hacer crecer el comercio y leyendas en los que detallaba los “riesgos empresariales” como por ejemplo “miedo a ser detenido”.

El “Rey de la Flor” realizaba viajes al exterior donde conseguía semillas inéditas en el país y variedades de cannabis medicinal, para perfeccionar el producto. Mientras tanto, su padre se encargaba de recepcionar los pedidos telefónicamente para, luego, entregarlos de forma personal en horario nocturno.

 

 

 

La tercera pata del negocio estaba relacionada con la comercialización de cocaína. Con relación a los proveedores que abastecían a la organización se pudo demostrar en la investigación que era una pareja que además de la actividad relacionada con el narcotráfico, explotaban dos departamentos ubicados en la peatonal Florida al 500 donde se ejercía la prostitución. A su vez con lo recaudado de estas actividades ilícitas se compraban franquicias de una conocida cadena de panaderías, con la finalidad de lavar el dinero obtenido.

Como resultado de los 13 allanamientos ordenados por el magistrado interventor se logró la detención de 9 personas y, ante la presencia de testigos, se secuestraron 1.280 gramos de flores de cannabis, con un valor aproximado a los 600 mil pesos,  441 plantas de marihuana y varias bolsas clasificadas por variedades de la misma sustancia por un  peso  de 4.237 gramos. También se hallaron dos bultos conteniendo sustancias de corte, 86 goteros con aceite de cannabis, cuatro armas de fuego (tres revólveres y una escopeta), 11 teléfonos celulares, 69 precintos de plástico, dos balanzas de precisión, un generador de energía y fertilizantes entre otro material de interés para la causa. Además se confiscaron tres motocicletas, dos vehículos, una camioneta y dinero en efectivo por el importe de 77.015 pesos y 400 dólares.