El menor tiene 12 años y reside en el Bº Campo I, al sudeste de la ciudad, a la vera de la ruta 6. El pequeño fue dado por perdido a las 16.30. Al notar su ausencia, sus padres, Liliana Castaño y Carlos Flamenco, hicieron la denuncia en la Departamental Nº 12.

En forma simultánea, un grupo de padres del Club Deportivo La Ensenada -donde practica el niño- organizaron una desesperada búsqueda. La vía utilizada fueron mensajes de Whatsapp y Facebook, que al instante generó eco en la comunidad. Cerca de las 18, uno de los vecinos escuchó gritos de un niño, en un monte al que se ingresa por un camino de ripio. Era el pequeño, estaba atado de pies y manos con un lienzo ecológico blanco.

Urgente, lo ascendieron a un vehículo policial y lo condujeron al Hospital de Quimilí. Lo habría asistido el doctor Walter Bonifacio, quien no advirtió signos de abuso sexual, al menos externos.

"Eran dos hombres"

En forma paralela, la policía montó su búnker en el nosocomio. Afuera, una treintena de personas, ante la tensión emergente, acompañaban a la familia del paciente.

Ante los funcionarios, el menor habría indicado que sus captores eran dos hombres grandes y de pantalones cortos. Mientras tanto, la fiscal de turno, Silvia Jaime, dispuso la derivación de la víctima al Cepsi.

Al cierre de esta edición, la Fiscalía organizaba el traslado con ambulancia y acompañamiento policial. En el Cepsi había un equipo médico listo para asistir al menor, en pos de un estudio de mayor complejidad.

La tecnología médica posibilitaría avanzar e interiorizarse, en pos de entregar hoy las conclusiones a los investigadores.

Fuente: El Liberal