Nacional, Thursday 7 de March de 2019

Lelé habló en exclusiva con Teleshow y dio un adelanto de lo que será el video de "Todo lo que soy", su nuevo single

No es tan difícil. Basta con mirar más allá de los tatuajes y abstraerse del apellido, para descubrir a la verdadera Candelaria Tinelli. Ella lleva toda una vida batallando contra los prejuicios. Sin embargo, su simpleza demuestra que a pesar de tanto embate pudo mantenerse libre de rencores. ¿Cómo lo logró? Transformando lo malo en arte.

Después de años de dedicarse a la pintura y de convertir su propio cuerpo en un lienzo, Cande decidió luchar contra su propia timidez para lanzarse como cantante bajo el nombre de Lelé, a secas. Y de la mano de la música, encontró otra manera de comunicar todo aquello que antes no le resultaba tan fácil expresar. De hecho, hoy se encuentra en plena grabación del video de  "Todo lo que soy", que se editará el próximo 15 de marzo. Y, en diálogo exclusivo Teleshow, cuenta el porqué de este tema que deja expuesto su costado más vulnerable.

 

—Es un tema autorreferencial, ¿verdad?

—Sí, lo escribí con ayuda de Poli, una cantante, pero refleja un poco lo que me pasa a mí. Por eso se llama "Todo lo que soy". Y capaz que la letra no habla tanto, pero la idea es poder trasmitir a través del video y todo lo que va a ir pasando, lo que significa la exposición. Toda la parte buena y la mala. Y cómo uno transforma lo malo en algo bueno, cómo es el aprendizaje que va a pasando a partir de todo eso. Porque capaz alguno no lo sabe, pero pasan muchas cosas…

—Justamente, ese es un tema que está en boga, porque la gente que está tan expuesta  como vos recibe por un lado mucho cariño, pero por el otro mucha agresión que no se sabe muy bien de dónde nace.

—El "hater", como se dice hoy en día, estuvo siempre. Siempre hubo personas que critican. Pero, quizá, hoy en día hay muchos medios de llegada a la persona y, entonces, lo vemos más. Hay algo mucho más personal. Pero bueno, uno aprende con eso. Y hay que sacarle el lado positivo.  Obviamente, la exposición tiene sus pros y sus contras.

—Esto que te pasa a vos le pasa a la mayoría de los artistas. ¿Cómo se hace para que no te afecte en lo personal, para que no te haga daño?

—Yo creo que pasa por una cuestión de tiempo, también.  Y que tiene que ver mucho con la personalidad. Creo que todos somos un poco sensibles a lo que nos dicen. ¿Viste que a veces cuentan que les dicen cosas muy buenas y se quedan siempre con lo malo? Es un aprendizaje también. Hay que ir transitándolo, teniendo distintas experiencias… E ir aprendiendo que la opinión siempre va a estar y no siempre hay que esperar algo bueno del otro. La gente puede criticar para bien o para mal y está todo bien. No hay que querer gustarle siempre a todo el mundo. Así como a mí no me gustan ciertas cosas, la gente también es libre de opinar y de que no le gusten otras. Y eso  hay que respetarlo.

—Decís que es un aprendizaje. ¿Quizá en otro momento de tu vida te costaba más?

—Y, sí. Por ahí, cuando arranqué y empecé a abrir mis redes sociales era como súper vulnerable. También era más chica. Uno es nuevo y por ahí dice: "¡Pará!". Si uno no hace nada, no jode a nadie… Uno es esto, como dice la canción. Pero si uno se abre mucho, obviamente, va a recibir palizas. Y bueno, sí, yo creo que de chica era mucho más vulnerable. Pero después fui aprendiendo y empecé a lidiar con eso. Aprendí a sacarle lo bueno.

— ¿Y en qué momento decidiste convertirte en cantante? Porque eras  un artista nata, pero un día te pusiste a cantar…

—En realidad,  de chica amaba cantar. Algo que fui cambiando mucho fue mi timidez. Fui trabajando sobre eso,  pudiéndome exponer cada vez más, sacándome todo lo que tenía para decir a través de la pintura y de los tatuajes… Era como que yo tenía mucho para decir. Y me costó mucho. Es un re trabajo que hice desde lo personal. A mí siempre me gustó el canto y, de grande, lo pude llevar a cabo. Empecé con clases y la verdad que me encantó. Pero fue algo que siempre me gustó mucho.

— ¿O sea que tuviste que pelear contra tu propia timidez para poder lanzarte?

— ¡Obvio! Pero, para mí, todo lo bueno sale de atravesar los miedos.

—Todo el mundo piensa: "Como es hija de un personaje muy famoso (Marcelo Tinelli), para ella es todo más fácil". Sin embargo, es al revés porque primero tenés que gastar un montón de energía en luchar contra los prejuicios, para recién después poder demostrar lo que podés hacer.

—Sí. Siempre va  a haber comentarios externos. Y la gente, obviamente, tiene una visión. Seguramente, de afuera se vea muy fácil. Pero yo te aseguro que no es fácil. Real, de corazón, no tengo por qué mentir… Si no, lo diría. A mí, por ejemplo, mi persona me ha costado. Es algo divino, yo soy muy feliz. Pero también es como que uno, con sus inseguridades, lo que es el colegio, la facultad y salir al mundo, es muy criticado. Y la verdad que sí, es algo con lo que hay que luchar, aunque no parezca. Y va más allá de lo material. Todo el mundo dice: "No te falta nada". Seguramente. Pero es muy difícil, en realidad. No es todo tan servido como creen.

— ¿Esto tiene algo que ver con tu decisión de salir a contar en Instagram tu problema de anorexia? Porque eso debe haber sido producto de todo lo que venía de afuera pero, hoy, contarlo es una manera de ayudar a todas las chicas que te siguen.

—La verdad que eso fue increíble. Estoy muy contenta de haber hecho esa publicación. Me costó un montón, también. Y, obviamente,  forma parte de esa adolescencia de reprimir, de no poder expresarse y sacar todo por el cuerpo. Era también un pedido de ayuda.

—Siempre es una manera de llamar la atención.

—Obvio. En algún punto, sí. Pero está buenísimo. Yo estoy re contenta de tener la exposición que tengo para trasmitir cosas buenas y poder ayudar. Así que me pone re contenta haberlo hecho, porque recibí muchos mensajes y me comuniqué con muchas chicas. La verdad que hoy en día hay muchas que sufren trastornos, así que todo lo que pueda hacer para ayudar a mí me hace muy bien. Me alegra poder colaborar con todas las que lo necesiten.

—Tu testimonio fue realmente muy fuerte, porque has dado detalles del tiempo que transitaste ese problema y lo difícil que es salir. Siendo que es una enfermedad que no se cura, sino que se controla. ¿Ahora te sentís apoyada como para no recaer en ella?

—Sí, por suerte ahora estoy muy bien. Tengo una red de contención enorme. Por eso les digo a todas las chicas que no aflojen, que siempre estén contenidas por la familia y por especialistas. Obviamente, se trata de algo de todos los días y hay que cuidarlo siempre. Pero bueno, hay que trabajar sobre eso, ocuparse y hacerse cargo también.

—Vos cuando quisiste expresarte hiciste de tu cuerpo un lienzo. ¿Te costó esa decisión?

—No me costó, porque en ese momento estaba muy mentalizada con que quería llevar adelante un proyecto de un cuerpo totalmente tatuado. Lo empecé a transitar. Y a mí  me agradaba mucho.  Siempre digo esto porque, hoy en día, me cuesta bancarme una aguja. Estoy como muy maricona, es como que no tengo más tolerancia.  Y cuando lo pienso digo: "¡Guau, que huevos que tenía en ese momento!". Siento que fui bastante fuerte, que hoy quizá lo soy de otra manera, pero en ese entonces tenía mucho aguante físico. No sé realmente que fue. A mí, estéticamete me encantan los tatuajes y las personas que están tatuadas. Me parece una forma de expresión, así como hacerse aros o trasmitir lo que fuera a través del cuerpo. Yo siempre hablo de la libertad de expresión que me parece espectacular. Y creo que el cuerpo habla según todo lo que nos hacemos o lo que nos va pasando. ¿Viste que el cuerpo también cuenta cuando uno está mal o bien?

—Estos días te vimos muy bien, de vacaciones con tu novio (Luca Bonomi), ¿Cómo va la relación?

—Todavía no cumplimos un año, pero estamos muy bien así que yo siento que estoy hace más con él. Y estoy muy bien. Feliz. Muy tranquila por suerte.

—Ahora se viene el desafío de estar en el Lollapallooza, el 30 de marzo. ¿Cómo estás para enfrentarte a ese escenario?

—Estoy con un poco de ansiedad, la verdad. Obviamente, tengo mis miedos. Pero me parece que en la vida, si uno no se pone estas metas difíciles también es todo como un poco aburrido.  Yo necesito tener estas cosas que me dan adrenalina, me ponen desafíos y aprendizajes todos los días. Me gusta enfrentarme a cosas nuevas. Y la verdad es que me siento súper firme y capaz de hacerlo, así que espero que salga bien.

— ¿La familia va a estar ahí acompañándote?

—Ojalá que sí. Si no hay programa, seguramente allí estará (Marcelo Tinelli).