Internacional, Sunday 14 de April de 2019

Millie Drew Kelly, una niña de 6 años, murió después de que su hermano, de 4, le disparara accidentalmente en la cabeza. Pasó en el condado de Paulding, en Georgia, al sur de los Estados Unidos.

La Fiscalía expresó que no realizaría ninguna acusación en el caso y afirmó que los "accidentes suceden" y "cosas malas también le ocurren a personas buenas".

El lunes pasado, la Policía respondió a un llamado de emergencia cerca de las 18:00 hora local para auxiliar a una menor de 6 años con una herida en la cabeza provocada por un arma de fuego.

"Tan pronto como fue posible, personal de primeros auxilios y el Departamento de Bomberos ayudaron a transportar a la niña a un hospital en el área de Atlanta", informaron fuentes oficiales. Paulding se ubica unos 46 kilómetros al noroeste de Atlanta.

Pero el miércoles, unas 48 horas después del accidente, la menor murió.

Los detectives encargados del caso describieron que ambos niños se encontraban en el vehículo familiar, mientras los padres se encargaban de subir las cosas que necesitarían para su salida.

La madre salió del carro para ver si podía descubrir qué estaba mal con el carro. Unos momentos después escuchó el disparo. Los detectives determinaron que el hermano menor, de 4 años, había tomado un arma de la consola del vehículo y disparó accidentalmente.

Todo esto sucedió en el estacionamiento de la casa de la familia involucrada.

Las autoridades aprovecharon el doloroso momento para recordarle a los habitantes de la comunidad que mantuvieran sus armas de fuego "descargadas y aseguradas en un área alejada de menores para asegurar que esto no vuelva a suceder".