Nacional, Tuesday 14 de May de 2019

La policía realizó un operativo en su domicilio y en una pizzería, ambos en la localidad bonaerense de General Pinto.

La Casa Rosada inició la semana en alerta. Durante la mañana del lunes, un hombre intentó entrar a la sede del Ejecutivo armado: llevaba una caja con un revólver Magnum 44 Taurus, sin balas. Su excusa era que tenía una supuesta audiencia con el presidente Mauricio Macri. Pero al constatar que era mentira, la policía lo detuvo. Más tarde, los oficiales allanaron su casa y una pizzería, en la localidad bonaerense de General Pinto.

El hombre arrestado fue identificado como Francisco Ariel Muñiz, de 36 años. Según trascendió, estuvo ligado al PRO en esa ciudad durante los primeros años de la gestión de Macri. La propia ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, confirmó este dato en una conferencia de prensa.

Una vez que la Policía Federal lo detuvo en la boca de subte de la línea A, ubicada en la intersección de Balcarce e Hipólito Yrigoyen, sus primeras palabras fueron: "Quería llamar la atención".

La ministra Bullrich explicó que Muñiz tiene un problema de vinculación con su hija y que hace cuatro años no puede verla. En ese sentido, agregó que el hombre había pedido varias entrevistas por este tema, al que consideró un caso "complejo".

La causa quedó a disposición del juez federal Ariel Lijo, que se encuentra de turno en el Juzgado Federal 11 a cargo de Claudio Bonadio, actualmente de licencia.

En la conferencia de prensa, Bullrich no se mostró sorprendida por la conducta del hombre, que ya había protagonizado episodios llamativos. "El año pasado envió un regalo un poquito extraño: un hacha", recordó.

Pocas horas después del arresto de Muñiz, la Casa Rosada volvió a quedar en el ojo de la tormenta por una amenaza de bomba. Tras la advertencia, fuentes oficiales explicaron que se hizo a través de una llamada, en la que se advertía que iban a hacer entrar "una bomba en un auto". Aunque no se detectó ningún vehículo sospechoso, el personal de seguridad del edificio activó el protocolo de seguridad, que no requirió evacuar a los empleados.