Goya, Saturday 8 de June de 2019

La alianza gobernante sumó 1.797 sufragios más, ya que el recuento provisorio había cerrado en 323.954. El Frente para la Victoria también recuperó 959 boletas. Distinta fue la situación de Unidad Correntina, que perdió sufragios: pasó de 47.500 a 47.434.

Concluyó ayer el escrutinio definitivo. No hubo cambios en el resultado provincial, aunque en algunas comunas las bancas cambiaron de mano. También se ratificó la cantidad de electores que se acercaron a sufragar, ya que el recuento provisorio arrojó que votó el 65 por ciento del padrón y el conteo final confirmó que sufragó el 70 por ciento de los habilitados.
Los números finales sólo sirvieron para ratificar que la alianza Encuentro por Corrientes se alzó con 325.751 votos, es decir el 60,25 por ciento.  
En tanto que el Frente para la Victoria logró 104.398 votos, es decir el 19,31%.
El recuento definitivo reveló además que votaron  583.621 ciudadanos, es decir el 70 por ciento de 833.689. Cuando en el recuento provisorio la cantidad no había superado 65 por ciento.  
Cuando todo hacía suponer un final tranquilo y la Junta Electoral ya  había dado por concluido el proceso electoral y proclamado a los ganadores, una queja del radicalismo perturbó la pacífica noche en la Legislatura.
Los jueces Gustavo Sánchez Mariño, María Eugenia Sierra, y María Eugenia Herrero, debieron soportar la embestida de un apoderado radical que había llegado tarde y reclamaba un mal cómputo de la mesa 2049 de Itá Ibaté.
Según la queja radical se habían computado mal 5 votos al Partido Laborista Autónomo, cuando en el escrutinio provisorio el resultado era distinto y la alianza gobernante se llevaba una banca de concejal por un voto. 
Con los nuevos resultados, la concejalía volvía a manos del peronismo, oficialismo en esa localidad. 
Los radicales masticaron bronca y hasta acusaron a la Junta de “imparcial”. La situación no agradó al presidente Sánchez Mariño que impuso su autoridad para defender la honorabilidad de su equipo de trabajo. Tras varios gritos, la cuestión fue dada por finalizada. Pero para evitar malos entendidos se revisó el certificado del escrutinio definitivo y no había error. Ese documento había sido firmado por todos los fiscales partidarios, incluso el de la UCR.