Agradeció a la comunidad por el acompañamiento en esta nueva etapa de su ministerio que les toca cumplir en esta ciudad y donde pudo celebrar la novena a la Madre del Perpetuo Socorro.

“Esta Eucaristía que significa acción de gracias de Jesús mismo y, es nuestra acción de gracias” fueron los conceptos iniciales de la homilía, en la que  “aprovecho para bendecir al Señor” porque a esa hora hace 18 años el obispo de Tucumán, ahora cardenal Villalba “me ungió las manos con el óleo crismal y con esa unción me consagró sacerdote”.

Destacó el mandato de Jesús y el “poder para servir” que se traduce en “un poder para bendecir y de ungir, consagrar el pan y el vino, que será el cuerpo y la sangre de Cristo” destacó el misionero redentorista, como así “también se manifiesta en el poder de perdonar los pecados” en la confesión.

“Tenemos un encargo de animar la comunidad” explicó y, en esa línea repasó algunos de sus destinos pastorales que se inició en las comunidades de Tucumán, luego en Moreno (Buenos Aires), Rosario y en Mendoza.

“Doy gracias a Dios por este ministerio y porque me ha llamado” afirmó el padre Boris Escobar, `porque “Dios me llamó, me preparo para este ministerio sacerdotal y, cuando llegó el momento fui consagrado sacerdote”.

Los sacerdotes “no podemos callar la palabra de Dios” e hizo referencia al evangelio donde “sucedió algo muy sorprendente, la tempestad en el mar y, Jesús calmó el viento, el mar” y en ese momento los “discípulos se preguntaron ¿quién es este que tiene poder?”.

“Eso es lo que este ministerio nos hace preguntar cuando animamos una comunidad” afirmó y “a veces podemos quedarnos en eso que se ve pero detrás de ello está Dios” aseguró.

En este aniversario de sacerdocio dijo que se preguntaron cómo los discípulos “¿quién es este Jesús que confía en nosotros y nos comparte la fuerza de su espíritu santo para todas estas cosas?”.

“Hay cosas que se ven pero hay un poder que está detrás y es el mismo Jesús, el mismo Dios” por eso “doy gracias al Señor por este ministerio” y agradeció especialmente a la comunidad parroquial por este tiempo vivido en Goya donde “Jesús se ha manifestado dándonos vida y movilizándonos”.-