Goya, Saturday 19 de June de 2021

Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, quien pasó a decorar el Oriente Eterno un 20 de Junio del año 1820, fue un notorio hombre de las guerras independentistas, así como también abogado, filántropo y Masón.

Durante las invasiones inglesas, participó en la defensa de Buenos Aires, teniendo una destacada actuación en las mismas.

En la semana de Mayo, fue uno de los principales oradores en pos de la emancipación de la Corona Española, llegando a formar parte como vocal de la Primera Junta de Gobierno, creada en esa oportunidad.

Posteriormente, y ya en el cargo de comandante del Ejército, durante una de sus expediciones, notando que las tropas no poseían Bandera que las identificara en las batallas, creó el pabellón nacional, siendo izado por primera vez en la ciudad de Rosario, lugar donde posteriormente los militares presentes, juraron fidelidad a la nueva Enseña Patria. Informó de tan importante acontecimiento a las autoridades del Primer Triunvirato de la siguiente manera: “Siendo preciso enarbolar bandera, y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela nacional”.

Luego de ello, comandó al Ejercito del Norte en las batallas de Salta y Tucumán, obteniendo victorias para las armas de la Nación; y dirigió al éxodo de Jujuy, para que las tropas realistas que se acercaban, no pudieran aprovechar nada de lo que quedara en ese lugar.

Fue relevado en el mando de dicho ejército, por nada menos que el Grl. San Martín, regresando a Buenos Aires, donde continuó con su vida diplomática.

Pero el presente tiene el objeto de destacar la vida masónica de Manuel Belgrano.

Don Manuel, fue iniciado en la Ciudad de Buenos Aires, a fines del siglo XVIII, en la Logia Independencia. Luego, fue miembro de la denominada “Sociedad de los Siete”, quienes buscaban la emancipación del Virreinato del Rio de la Plata de la Corona Española, alcanzando sus objetivos el 25 de Mayo de 1810, con la formación del Primer Gobierno Patrio: la Primera Junta de Gobierno, integrada casi en su totalidad por Masones, ya que del único que no se tiene registro de que perteneciera a la Masonería es de Azcuénaga.

Pero la vida masónica del creador de la Enseña Patria, no terminó allí, ya que llegó a ser Venerable Maestro (Presidente) de la Denominada “Logia Argentina”, que funcionaba en Tucumán, donde participó mientras comandaba el Ejercito del Norte.

Hasta ahí, su trazabilidad Masónica; pero ahora queremos recordar la obra de este gran prócer de nuestra Nación: indudablemente la creación de la Bandera Nacional es un hecho sin parangón, pero más allá de eso y siguiendo los ideales masónicos, como son la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, Manuel Belgrano supo estar a la altura de las circunstancias en todo momento.

Fue un hombre de mucho estudio, cultivando su interior y puliéndose constantemente, entregado a la causa patriótica, dejando de lado su bienestar personal en pos de un bien común.

Fue un líder entregado a sus ideales, defensor de la educación y de la igualdad en la nueva Patria y de la libertad de los pueblos. Proclamaba firmemente que la única manera que una Nación creciera era la de educar, así lo expresó en su conocida frase: “Hubo un tiempo de desgracia para la humanidad en que se creía que debía mantenerse al pueblo en la ignorancia y por consiguiente en la pobreza para conservarlo en el mayor grado de sujeción.”

Por último, es necesario destacar el grado de entrega a la causa que tuvo Manuel Belgrano, quien en el ocaso de su vida, tuvo que pagar al médico que lo asistía con su reloj, único bien material con el que contaba.

Hoy, más que nunca, debemos de mantener vivo el recuerdo de este gran personaje histórico y, abonando su memoria, tenemos la obligación de seguir sus pasos, defendiendo la igualdad entre todos los argentinos, la fraternidad con todas las personas, pero sobre todo la libertad, ya que solamente de esa manera seremos hombres y mujeres realizados.

No podemos finalizar estas líneas sin antes recordar una célebre cita: “La vida es nada, si la libertad se pierde”.

                         TRIANGULO NOVISIMA FRATERNIDAD Nro. 1145.-