Goya, Monday 8 de September de 2014

El Ministerio de Turismo de Corrientes hace extensivo el saludo a los familiares  y recuerda con gran pesar a los chamameceros que el 8 de septiembre de 1989 perdieron la vida en un trágico accidente en la localidad de Bella Vista. 

Sus acordes perduran en el tiempo tal como los recuerdos de quienes sobrevivieron.

El 8 de septiembre de 1989, un colectivo con jóvenes chamameceros cayó al río Paraná de manera increíble. Zitto Segovia, Johnny Berh, los hermanos Michel y Gringo Sheridan, Carlos Paniagua y Yacaré Aguirre se ahogaron con los dos choferes. El accidente conmocionó al país, entre las víctimas había cinco de los músicos chamameceros más prometedores de fines de los 80 y Zitto Segovia,  recordado y hoy transformado en mártir por toda la cultura litoraleña. También murieron los dos choferes del colectivo que se desbarrancó.

Por lo tanto, en  el marco del mes del chamamé, hoy se llevará a cabo, en Costanera General San Martín frente a la escultura de la Virgen Stella Maris; un homenaje a los músicos fallecidos, ellos son: Ramón “Zitto” Segovia, Johnny Bher, Carlos “Chango” Paniagua, Daniel “Yacaré” Aguirre, los hermanos Miguel Angel “Michel” y Joaquín “Gringo” Sheridan. Para homenajearlos habrá un festival musical.  

 

 

Historia de la tragedia

 

El accidente

 

Todo comenzó –según los testimonios– con un sueño: viajar a Niza (Francia) a participar de un festival folclórico internacional. De allí pretendían viajar hasta España para reunirse con uno de los guitarristas de Alfredo Zitarrosa y radicarse en Europa.
“La delegación” estaba conformada por Zitto Segovia, Johnny Berh, Carlos Chango Paniagua, Daniel Yacaré Aguirre, los hermanos Miguel Ángel Michel y Joaquín Sheridan, Carlos Miño, César González, Ricardo Scófano, Ricardo Tito Gómez y Cacho Espínola.
Zitto Segovia era cantautor de la “nueva trova” del Chaco. Entendidos le adjudicaban por esos tiempos un estilo “renovador” y un futuro prometedor. Johnny Berh, percusionista de Zitto, también formaba parte de aquel sueño de llegar a Francia. “Aportaba la rítmica precisa para el inédito repertorio de Segovia en sus chamamés-candombes y charandas que exhumara con gran aceptación popular”, dicen las crónicas. Ambos murieron.
Los hermanos Gringo y Michel Sheridan se habían unido a otro de sus hermanos, el Bocha (Santiago) y a Ricardo Tito Gómez. Los cuatro formaron un conjunto denominado “Reencuentro”. En el momento de la tragedia, el cuarteto chamamecero estaba gozando del aplauso que merecieron algunos de sus primeros trabajos discográficos. Su repertorio fue calificado como “muy personal” y ensamblaban acordes y arreglos instrumentales y creativos del Gringo y de Tito, con las voces de Michel y Bocha. El Gringo y Michel murieron. 
Leónidas Chango Paniagua estaba en el Trío Corrientes, con Ricardo Scófano y Oscar Espíndola. Estos dos últimos salvaron milagrosamente sus vidas de las torrentosas aguas, pero no así Paniagua.
El mítico Yacaré Aguirre, recitador y presentador de conjuntos chamameceros que había iniciado sus actividades dentro de la música junto a Tránsito Cocomarola, fue el sexto chamamecero muerto

Del trágico accidente logran salvar sus vidas Miño, González, Scófano, Tito Gómez y Espínola. Zitto, Johnny Berh, Paniagua, Yacaré Aguirre y los hermanos Sheridan tuvieron otro destino: la inmortalidad.

Señales de muerte


Los relatos sobre la tragedia aseguran que la delegación tuvo un fuerte revés por parte de un funcionario del gobierno correntino y no pudo participar de un festival donde pretendía difundir su música. En ese momento, decidieron realizar una gira por distintas localidades del Nordeste. Primera señal. 
Una presentación de esta gira se realizó en el Teatro Juan de Vera, en la capital correntina. Para el viernes 8 de septiembre de 1989 estaba programada la segunda presentación en Bella Vista. Ésta nunca llegó a realizarse.
Es que ya en Bella Vista los chamameceros realizaban una prueba de sonido en el club donde sería el recital. En ese momento, Yacaré Aguirre habría coordinado una entrevista con un programa radial del conocido radio-cable de la ciudad. Segunda señal. Parte de los músicos y el presentador fueron a la entrevista periodística con la idea de volver a las 18 para el ensayo general.
Después de un programa ameno en el radio-cable, que de tan ameno se extendió más de los esperado, a las 19.30 de aquel viernes, Zitto, Johnny Berh, los Sheridan, Paniagua, Yacaré Aguirre, Miño, González, Scófano, Tito Gómez y Espínola volvieron a subir al colectivo junto a los dos choferes. Estaban llegando tarde al ensayo.
Cuando llegan a la primera esquina e intentan doblar, una camioneta mal estacionada obliga al chofer del colectivo a girar bruscamente quedando la trompa del transporte apuntando hacia el río. Tercera señal.
Consciente de la pendiente, el chofer “tranca” una rueda contra un cordón e intenta dar marcha atrás al viejo Aklo (marca del colectivo) de procedencia inglesa. Pese a acelerar a fondo el motor no consiguió mover el trasto. Cuarta señal. 
Ante los intentos fallidos y la premura de los músicos, Ricardo Scófano, que había nacido en Bella Vista y conocía la zona, le dijo al conductor: “Esta porquería no va a subir marcha atrás, más vale que des la vuelta por abajo y salimos por otra calle. Como la tarde había oscurecido y la visión sólo llegaba hasta donde llegaba la luz de los faros, el chofer, que a diferencia de Scófano no conocía la ciudad, no pudo notar que al final de esa bajada estaba el Paraná y accedió al pedido. Quinta señal.



El recorrido final


No bien el neumático zafó del cordón que frenaba al colectivo, éste empezó a andar la bajada. A medida que las ruedas completaban un giro, la aceleración aumentaba. Después de unos cuantos metros, la velocidad ya era de más de 100 kilómetros por hora, según determinaron los peritajes.

En la primera curva, el colectivo ya estaba totalmente fuera de control, hamacándose sobre sus costados, quedando sostenido primero por las dos ruedas derechas y después por las izquierdas, según recordaron los sobrevivientes. “Los frenos no funcionan”, gritó el chofer, sin saber cómo detener la marcha mortal y con un coro de desgarradores gritos detrás.
Fueron 300 los metros que recorrió el colectivo. El último grito que se escuchó fue el de Scófano: “¡¡¡Guarda que nos vamos al agua!!!”. En los últimos metros, las dos ruedas golpean el cordón de la costanera y el tren delantero del Aklo se despegó del suelo y volteó una palmera, las ruedas traseras derribaron la baranda provocando un estampido,  después fue todo silencio.

Dentro del colectivo suspendido en el aire, los relatos de los sobrevivientes aseguran que Zitto Segovia, sentado en el apoyabrazos de unos de los asientos del pasillo aturdió: “Jesús, yo no sé nadar”.

Carlos Miño abrió en el aire una de las ventanilla previendo una vía de escape. La altura que verticalmente separó el punto en que el micro abandonó la bajada de la superficie del agua era de aproximadamente 15 metros

El colectivo se inclinó hacia delante por el peso del motor. Cuando impactó a unos 30 metros de la costa por el impulso que traía de la bajada, estalló el parabrisas irrumpiendo violentamente el agua al interior, impidiendo a los choferes despegarse de sus asientos. Hacía mucho frío, razón por la cual todos iban abrigados con camperas y todas las ventanillas cerradas. Todos condimentos que fueron mortales.



Llanto sobreviviente


Carlos Miño habría logrado salir por la ventanilla y detrás de él fue Tito Gómez. Éste tardó más en salir porque no veía nada ya que había perdido sus anteojos. Recién cuando el colectivo tocó el fondo del río logró despegarse del chasis y emergió a la superficie, exhausto de bracear.
“En plena oscuridad no alcanzaba a visualizar ningún punto de referencia más allá de escuchar los gritos de sus compañeros de infortunio pidiendo auxilio. El río estaba encrespado esa noche, la corriente del canal lo arrastraba rápidamente río abajo y comenzó también su pedido de ‘socorro’, ‘auxilio’”, cuenta un relato sobre la tragedia. Un pescador escuchó esos gritos y corrió por la costanera hasta el lugar en que el Paraná lo llevaba inexorablemente hacia la muerte. “¡Vení nadando para acá!”, le gritó. “No sé nadar”, fue la respuesta de Gómez. 

El pescador le arrojó un salvavidas y con esa ayuda alcanzó la costa. “Dios lo apartó del infortunado destino que corrieron los ocho ahogados”, aseguran los que conocen la historia.

 
Ya en la costa, solo, perdido y en estado de shock… lloraba. De pronto, escuchó una voz que le gritaba “¡Tito, Tito!”. En sus ojos nublados se fue aclarando la figura de Ricardo Scófano. Se abrazaron y lloraron a los pies del Paraná que parecía impune.


Un sentimiento profundo en líneas tristes


Colectivo con alas


El 8 de septiembre quedó marcado para siempre en el corazón de los correntinos, con esa marca que sólo deja el luto, la tristeza, lo inexplicable.
Allí se fueron los que habían florecido, los que estaban floreciendo, los que ya habían hecho una huella y los que empezaban a transitarla desde el chamamé.
Había entre ellos compositores, acordeonistas, cantores, recitadores, guitarristas, bailarines, un cúmulo de gente feliz en la plenitud de sus carreras y en un momento en que el chamamé, después de una larga postergación, empezaba a brillar con una fuerza que ni la misma tragedia ya pudo empañar, porque, a pesar del dolor, el chamamé se irguió, se doblegó, sacó fuerzas, voces y sonidos desde lo más profundo y renació en cada nueva propuesta.
¿Pero qué paso con los que quedaron? El olvido injusto condenó a algunos de ellos, otros prefirieron guardar silencio, y comenzar de nuevo como podían, porque no sólo sobrevivieron los que pudieron saltar de aquella loca carrera emprendida por ese colectivo que, a decir de los que lo vieron, “parecía tener alas”, alas rotas que lo hicieron llegar apenas hasta el agua inconmovible. Están también los que tenían que ir y el destino desvió su camino, y por ese motivo se consideran lógicamente sobrevivientes.

Si uno visita Bella Vista en cualquier época del año, pero especialmente en septiembre, y se pone a conversar con algún solitario pescador en esas costas, puede sentir, puede ver y revivir, por un momento, todo aquello, observando las aguas y sus remolinos tramposos, la fuerza de esas corrientes que parecen enormes cintas que se mueven caprichosamente, puede imaginar a la distancia en la costanerita, aquel “colectivo con alas” rumbo al infinito, y la alfombra rosada de los lapachos le dan ese marco increíble de sol, color, agua, playas... y a los lejos, muy a lo lejos... el viento parece traer acordes de guitarra y acordeón, la voz de Michel, de Zitto y a Yacaré diciendo: “¡Sí, señor, Corrientes tiene payé!”.

 

……………………………………………………………………………………………………………..

 

TRAYECTORIA MUSICAL 



Múltiples celebraciones de las bandas en el Taragüí Rock 

El fin de semana bandas de rock de todo el país, Brasil y Paraguay se congregarán en el anfiteatro Cocomarola en una nueva edición del Taragüí Rock. Organizado por el Gobierno de la Provincia a través del Instituto de Cultura, desde el viernes 12 hasta el domingo 14, 26 grupos compartirán el escenario Sosa Cordero en el evento del género más importante de la región.

Como números centrales de cada noche están programadas las actuaciones de Los Cafres y Guasones el viernes 12, Pez y Attaque 77 el sábado 13 e Illya Kuryaki and the Valderramas y Tan Biónica el domingo 14. Las entradas en Corrientes se pueden adquirir en la boletería del Teatro Vera y en el local de “Que Sea Rock” ubicado en Pellegrini 1427, de lunes a sábado, en el horario de 9,30 a 12,30, y de 17,30 a 20,30.
En Resistencia, en Opuí espacio de Culto, ubicado sobre la calle Mitre 225. El precio para cada una de las dos primeras noches será de 100 pesos, y la última, 120.

La apertura de puertas de la primera jornada será a las 17, para que media hora más tarde inaugure el show Impuntuales. Con su estilo de rock y blues, los misioneros Franco Benítez, Ulises del Valle y los hermanos Cristian y Luckas Fiege, llevan recorridos varios escenarios en los que fueron teloneros de bandas nacionales. Tras haber grabado su primer disco en 2013, Contratiempo, Impuntuales llegará al festival para abrir el festival.

La segunda será Simónimos, que tomará la posta con su estética y lenguaje que rescata el punk y una clara concepción de lo autogestivo. Desde abril del año pasado, el grupo integrado por Simón Araya, Maxi y Juanfri Osuna y Elías Cochia, cuenta con un cancionero propio que se materializó en su primer disco con nombre homónimo.
El material fue presentado en Corrientes y Resistencia el mismo fin de semana en el que la banda fue seleccionada en el pre Taragüí Rock. El cd, que contiene diez temas de autoría propia que ya fueron tocados en los diferentes shows de Simonimos a lo largo de 2014, los llevó a producir su primer videoclip, Canción U. Con su actuación en el festival, sumarán una más como teloneros de bandas reconocidas a escala internacional.
Hasta La Barba tocará a las 18.50, tras haber sido seleccionada en las instancias de competencia en el Boca Unidos. El grupo, conformado hace dos años por Gonzalo Naranjo, JuanRo Franco, Diego Barrios, Juan Bebe Fernández, Jonathan Cabral, Juan Cruz Elizalde, Mauro Giménez, Nahuel Malvarez y Luigi Pannunzio, cuenta con 14 canciones propias que formarán parte de su primer disco, en pleno proceso de grabación. Durante media hora, tendrán la oportunidad de presentarlas ante el público presente.

Como invitada, actuará La Gente del Chaco. El grupo liderado por Dario Signorelli, y formado por Julio Mendoza, Polonio Mendoza, Daniel Cespedes, Manuel Fernandez, Santiago Cicutta, y Hugo Giacomello que desde 2003 rueda por los escenarios de la región, subirá nuevamente al escenario del anfiteatro para repasar los clásicos de los cuatro discos producidos por La Gente.

A las 20, será el turno de Neto, que desde Formosa, se integrará al festival con un rock representativo con ritmos propios de la Triple frontera, en los que mezcla su música con mensajes que tratan distintas cuestiones globales y locales. Seguidamente, será el turno de La Murga. Tras haber mantenido durante 20 años independencia de cualquier organismo tanto público como privado, el grupo conformado en Goya en 1993 y haber ganado el primer concurso de bandas del NEA organizado por la Rock and Pop en 1999, volverá a presentarse en Corrientes para sumar un recital más, logrando cerca de 500 en su carrera musical.
Con una gira a escala nacional, La Murga dará un show con su particular estilo musical en el que mezcla principalmente Ska, Reggae y el Rock e introduce ritmos afro americanos originarios del Brasil y del Uruguay.
A las 21.50, Guasones tomará la posta en el escenario Sosa Cordero, para presentar por tercera vez en todo el país, su último disco, Locales Calientes. El cierre será a puro reggae con Los Cafres, quienes darán un show de celebración por sus 25 años, siendo el broche de oro para la primera jornada.

El sábado 13, las puertas se abrirán a las 16, y una hora más tarde, tocará Norte Mestizo. Formada en Corrientes en 2011 por Matías Sánchez, Emiliano Colque Saavedra, René Sebastián Ramos y Fabricio Capineri, la banda fue elegida en el pre Taragüí Rock. Con dos demás en su haber, los chicos tendrán el desafío de inaugurar la segunda jornada con los temas que los componen.

El dúo conformado por Eduardo Leiva Emmanuel Uhalde García, Pu Che Ha'E, tocará a las 17.40. Los músicos correntinos presentarán un recital con un repertorio de composiciones de rock Alternativista, concentradas en su primer doble trabajo de estudio, Rock de Quinta. Luego, será el turno de Transmision y La Buena Violencia de la Mente, como invitada de Corrientes.

Craneo, Disturbio y Nectar serán los grupos que cerrarán los shows de las bandas regionales, para dar paso a los recitales de Pez primero y Attaque 77, quienes presentarán sus últimos discos así como los clásicos que los consagraron entre sus seguidores.

 

VOCES FEMENINAS, EL DOMINGO

 

El último día del Taragüí Rock, la apertura estará a cargo de Otra Vuelta, seguida de Vestida de Novia, Yucca y Funkosa de Formosa.
Por primera vez, se incorporará como invitada una banda de Brasil, Trem Imperial. A las 19, el trío conformado por tres amigos dará un show en el que presentarán sus canciones compuestas por el gusto que los atraviesa por el reggae jamaicano y el rock inglés, lo que los llevó a que en 2007 fusionaran los dos estilos. En enero del este año, el grupo comenzó la grabación de su primer disco Abra seus olhos e veja, lo que mantiene en con constante actividad de shows por la Capital e interior de su país, y que los traerá por primera vez a Corrientes.
Trem Imperial incluirá en su repertorio los temas grabados en su EP Ser Feliz, lanzado en 2012, año en el que lanzaron el DVD Chá das Cinco. Tras una gira realizada el año pasado por el interior de Rio Grande del Sur, siguiendo por Uruguay, Argentina, la banda compartirá escenario con otros grupos nacionales potenciando el intercambio musical.
Como invitada también se incorporará de Paraguay, Villagrán Bolaños, y de Formosa, los recientes ganadores del Mejor Álbum Artista Nuevo de Folklore en los Premios Gardel, Guauchos quienes a su vez, tendrán como invitada de lujo a la cantautora Hilda Lizarazu.
Illya Kuryaki and the Valderramas subirán a escena para presentar los temas de su último dvd lanzado recientemente, Aplaudan en la Luna.
Luego, será el turno de Tan Biónica, grupo liderado por Chano y Bambi Moreno Charpentier, que tocarán en Corrientes tras haber realizado más de 60 conciertos por todo el país y varios destinos de Latinoamérica, siendo el broche de oro para la edición 2014.