Presidió la celebración eucarística el párroco emérito de la catedral, padre Tomas von Schulz y rezaron especialmente recordando a los primeros directivos y jugadores que desde sus inicios sembraron amor y pasión por la práctica del basquetbol.

Una nutrida delegación de chicos vistiendo los colores de la entidad, participaron de la liturgia, con la presentación de las ofrendas de mercaderías que se destinan a personas de escasos recursos económicos. El presidente Hugo Javier Solis, tuvo a su cargo la liturgia de la palabra y estuvo acompañado por dirigentes, instructores técnicos, jugadores, directivo y familiares de la gran familia del Club  AMAD.

Un 19 de octubre de 1949 nacía un nuevo club básquet en Goya, “Adelante Muchachada Amante del Deporte”. Así transcurrieron 67 años donde AMAD supo combinar acontecimientos buenos y de los otros y en esta fecha tan especial, celebró todo lo conseguido a lo largo de su historia.

En la actualidad, preside la institución Hugo Javier Solís, y lleva adelante numerosos proyectos para sus instalaciones.

El joven presidente de AMAD agradecio a técnicos, profesores, monitores, jugadores y colaboradores por elegir formar parte de esta institución.

En esta fecha, la comisión directiva, quiere destacar la colaboración y el aporte permanente de comercios y allegados, como así también de distintos estamentos del gobierno provincial que permanentemente han brindado su aporte en diferentes ocasiones y recordar que diariamente se desarrollan actividades deportivas, principalmente relacionadas con la práctica del basquetbol.

AMAD aprovecha esta oportunidad para invitar a chicos y jóvenes de todas las edades a sumarse a la práctica del basquetbol, entendiendo que hacer deporte mantiene el cuerpo y la mente sanos y los prepara para una vida mejor, pero fundamentalmente brinda la oportunidad de encontrar nuevos amigos.

FRANCISCO

El Papa  recuerda siempre que “toda disciplina deportiva tiene un valor no solo físico y social, sino también moral”.

Francisco remarca que no se debe olvidar que la persona humana es un todo, espíritu y cuerpo. Por esto dijo, “los animo a cultivar siempre, junto a la actividad deportiva y competitiva, también la dimensión religiosa y espiritual”. Al respecto el Pontífice precisó que “el verdadero deporte favorece la construcción de un mundo más fraterno y solidario, contribuyendo a superar situaciones de injusticia y dificultad humana y social”.

“A los dirigentes los animo a continuar siendo acogedores, a valorizar los diversos talentos. Que su sociedad deportiva sea siempre una casa abierta, donde se pueda experimentar la fraternidad y la armonía entre las personas”.-