Insólito, duro y de mal gusto. La nueva moda que adoptaron varios turistas que visitan Magaluf, una localidad ubicada en Mallorca, España, comenzó a dar vueltas al mundo siendo rápidamente repudiado.

 “Yo secuestré a Maddie McCann”, se lee en la piel de los turistas, mayormente ingleses, que visitan la isla más grande del archipiélago de baleares, recordando la misteriosa desaparición de la niña inglesa de tres años cuyo rastro se perdió en 2007, en en la región del Algarve portugués, donde la pequeña se encontraba de vacaciones junto con sus padres.

Muchos turistas aseguran que se hicieron el tatuaje en una noche de borrachera y afirman que lo hicieron porque les parecía “un mensaje divertido”. “Muchos ingleses nos piden cosas de verdad locas. Lo hacemos, aunque sean mensajes ofensivos, porque es nuestro trabajo”, dijo un tatuador de la localidad.

Si bien pasaron 10 años, los padres de la niña y Scotland Yard siguen buscándola.