El Obispo Adolfo Canecín, tuvo a su cargo la alocución final, donde destaco la participación masiva y animo a los fieles participar de la celebración de la Pasión de Cristo en sus respectivas comunidades.

En el marco del año vocacional diocesano, la organización estuvo a cargo de la Pastoral de Juventud de las diferentes parroquias goyanas, quienes ayudaron a meditar las conclusiones del Sínodo de los Jóvenes realizado que se celebró en Roma entre el 3 y el 28 de octubre pasado, con el tema: "Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional".

Los jóvenes, contemplando el camino de la Cruz que recorrió Jesucristo, meditaron sobre las conclusiones sinodales que con el título "Caminaba con ellos", describe en sus capítulos la Iglesia a la escucha, los ejes cruciales, la identidad y las relaciones entre los jóvenes, y la perspectiva de "ser jóvenes hoy. Hicieron también referencia al don de la juventud, el misterio de la vocación, la misión de acompañar y el arte de discernir.

Destacaron las reflexiones de "Una Iglesia joven", que abarca la sinodalidad misionera de la Iglesia, el caminar juntos en la cotidianeidad, el nuevo "impulso misionero", y la formación integral.

Monseñor Adolfo Ramón Canecín, felicito a “los jóvenes” que organizaron el Vía Crucis, este año, con representaciones estáticas de la pasión de Cristo y, los animo a “descubrir la voluntad de Dios en sus vidas” expresando sus “sueños” con el llamado vocacional en los distintos estados de la vida, ya sea “matrimonial o consagrada”, porque la Diócesis de Goya tiene varios sacerdotes ancianos y enfermos y “urge el despertar de nuevas vocaciones sacerdotales” y antes de impartir la solemne bendición, pidió colaborar en la colecta con Tierra Santa que es el “quinto evangelio que tiene la Iglesia” dijo.