Nacional, Friday 17 de March de 2023

Durante la primera audiencia, los tres policías que están acusados de disparar contra el auto donde iba el juvenil de Barracas Central junto con tres amigos declararon en indagatoria.

En la causa hay otros 11 policías acusados de encubrimiento, falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada. El debate continuará el próximo 28 de marzo.

El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº25 comenzó ayer con el juicio oral por el homicidio de Lucas González, ocurrido en noviembre de 2021 en el barrio de Barracas. Durante la primera audiencia, los tres policías acusados de perseguir y disparar contra el auto en que iban Lucas y sus tres amigos declararon en indagatoria. Allí sostuvieron que actuaron “en cumplimiento del deber” y que ejercieron “legítima defensa”. En el debate, interviene el titular de la Fiscalía General Nº18 ante los Tribunales Orales Criminales y Correccionales, Guillermo Pérez de la Fuente junto con el auxiliar fiscal Francisco Brom.

Ante los jueces Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero y la jueza Ana Dieta de Herrero, durante la audiencia se realizó la lectura de los requerimientos de elevación a juicio formulados por las querellas -que representan a la familia de Lucas y a los tres chicos que iban en el auto con el joven- y de la fiscalía, realizado por el fiscal Leonel Gomez Barbella.

De acuerdo con la acusación, el oficial Juan José Nieva, el oficial mayor Fabián Andrés López y el inspector Gabriel Alejandro Issasi, en su calidad de integrantes de la Brigada 6 de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad, iniciaron una persecución a bordo de un auto no identificable sobre la avenida Iriarte y Vélez Sarsfield contra el auto donde estaban Lucas, Julián Alejandro Salas, Niven Huanca Garnica y Joaquín Zúñiga Gómez.

En esa circunstancia, los policías -que se encontraban realizando una investigación judicial por narcomenudeo en la zona- intentaron interceptarlos y bajaron del auto sin identificarse y dirigiéndose hacia ellos con sus armas. Los cuatro chicos creyeron que se trataba de un asalto e intentaron huir. Ante esto, los tres integrantes de la brigada dispararon contra el auto y una de esas balas hirió de gravedad a Lucas en su cabeza. El auto donde iban los adolescentes fue detenido a pocas cuadras de allí por otras dos policías, en la intersección de Luzuriaga y Perdriel.

El requerimiento de elevación a juicio de la fiscalía reseña que la réplica de un arma fue "plantada" por los imputados en el auto en el que viajaban los adolescentes y que los amigos de Lucas, sobrevivientes de los disparos policiales, fueron "tratados como imputados y sometidos a la justicia de menores a raíz de la versión aportada por los agentes preventores".

Salas y Zúñiga Gómez fueron detenidos en ese momento mientras que Huanca Garnica huyó por el miedo que le provocó la situación. Las policías palparon a los jóvenes mientras el principal Héctor Cuevas, que había llegado unos minutos antes, pedía una ambulancia para asistir a Lucas. “Resulta necesario agregar que, en el ínterin, de acuerdo con las declaraciones iniciales vertidas por los preventores, se secuestró del interior del Volkswagen Surán, una réplica de arma con la inscripción ‘The Punisher’, la cual ha sido plantada en el lugar por el personal policial”, marcó el fiscal Gomez Barbella en el requerimiento.

En la escena apareció después el subcomisario Roberto Inca, de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4, quien se entrevistó con Issasi, López y Nieva. Tras varias consultas, el Juzgado Nacional de Menores N° 4 tomó a su cargo la investigación y ordenó que se delegue la instrucción en la Policía Federal Argentina.

Tras ser atendido en primer lugar en el Hospital Penna, Lucas falleció el 18 de noviembre de 2021 en el Hospital “El Cruce” de la ciudad de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, donde había sido trasladado.

Por su parte, Zuñiga Gomez y Salas, quienes fueron “tratados como imputados y sometidos a la justicia de menores a raíz de la versión aportada por los agentes investigados”, terminaron detenidos al igual que Huanca Garnica, que se presentó con posterioridad en la comisaría junto a su madre. De acuerdo al requerimiento, todos fueron privados ilegítimamente de su libertad “a cuenta del accionar ilegal y de las versiones falaces introducidas por el personal policial”.

Además de Issasi, Nievas y López, en el juicio están como imputados el comisario inspector Daniel Alberto Santana -jefe de la comuna 4 de la Policía de la Ciudad-; el comisario Rodolfo Alejandro Ozan -a cargo de la Comisaría Comunal 4 A-; el comisario Fabián Alberto Du Santos; el subcomisario Ramón Jesús Chocobar; el principal Héctor Cuevas; los oficiales Sebastián Baidon, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Arévalos y Daniel Rubén Espinosa –todos integrantes de la Comisaría Vecinal 4D de la Policía de la Ciudad-; el comisario Juan Romero y el subcomisario Roberto Inca, quien estaba a cargo de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.

A todos ellos se los procesó por haber alterado "los rastros y pruebas del delito” que habrían cometido los policías que dispararon contra Lucas y sus amigos y por intentar fraguar el operativo para aparentar que se había tratado de un “enfrentamiento armado”. Además, están acusados de haber aplicado “tormentos y sufrimientos físicos y psicológicos”, así como se les atribuyó haberle dicho a Salas y Zúñiga “a estos villeritos hay que darle un tiro en la cabeza a cada uno”. Los adolescentes estuvieron esposados más de dos horas contra el piso boca abajo y luego estuvieron sentados dentro de un patrullero por más de siete horas.

Calificaciones legales e indagatorias

Nieva, López e Issasi llegaron a juicio acusados de los delitos de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial”, tres hechos de tentativas de homicidio con idénticos agravantes, “falsedad ideológica” y “privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley”

Santana, Ozan, Du Santos, Chocobar, Cuevas, Baidon, Martínez, Arévalos, Espinosa, Romero e Inca llegaron a juicio acusados de “falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas”. Además, Cuevas e Inca fueron procesados por “falso testimonio agravado por haber sido cometido en una causa penal y en perjuicio de los imputados”, en relación a su desempeño cuando los adolescentes eran todavía investigados judicialmente.

Tras la lectura de los requerimientos, la defensa que representa a los tres policías acusados de homicidio planteó la nulidad de las declaraciones de los tres amigos de Lucas y solicitó que se le realice un peritaje químico y balístico, además de una ampliación del peritaje accidentológico, y requirió que se aclare el rol de amicus curiae que ocupa la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

La fiscalía planteó que se debían rechazar los planteos y explicó que para decretar una nulidad se debía evidenciar una afectación a garantías o un perjuicio concreto, algo que no se evidenciaba en esta circunstancia. En línea con lo expresado tanto por el MPF como por la querella, el tribunal rechazó las pretensiones de la defensa y, con respecto a los peritajes, recordó que no se había negado la posibilidad de realizarlos sino que se iba a evaluar más adelante. Recordó también que el amicus cumple un rol de observador en el caso.

Tras esto, comenzaron las declaraciones indagatorias. “En este hecho estoy seguro que actué en cumplimiento del deber, que ejercí legítima defensa y que no cometí ningún delito”, aseguró Issasi y marcó que no había tenido ninguna sanción en sus 20 años como funcionario público. En esa misma línea declararon tanto Nievas como López.

También declaró el subcomisario Inca, quien recordó que se dirigió al lugar cuando escuchó por radio que se hablaba de un enfrentamiento armado y que había un personal policial herido. Explicó que había hablado con los policías que ya estaban en la zona cuando él llegó y que vio un arma tipo revólver en el auto de los adolescentes. Añadió que no dilató ninguna situación, sino que había demorado en dar intervención judicial porque “se pasaban de fuero a fuero sin hacerse cargo”.

Luego declaró el comisario Romero, quien relató que llegó a la zona más de una hora después de lo ocurrido y que se quedó en el lugar de los hechos hasta el final porque era su “responsabilidad administrativa”. El resto de los implicados se negó a declarar, por lo que se leyeron sus declaraciones indagatorias brindadas durante la instrucción. El debate continuará el próximo martes 28 de marzo, cuando está previsto que declaren los amigos de Lucas.