Nacional, Friday 2 de June de 2023

El homicida le disparó al menos siete veces a Rocío Magalí González, una compañera de trabajo que lo había denunciado dos veces por violencia. Tras el ataque, el femicida escapó.

Una joven de 25 años fue asesinada a balazos mientras trabajaba en un local de venta de alarmas y monitoreo de la ciudad bonaerense de Saladillo por un compañero de trabajo, Renzo Eduardo Chidichimo (25), quien le disparó al menos siete veces y escapó, por lo que era intensamente buscado.

La víctima había denunciado por acoso y maltrato a Chidichimo a fines del 2022, y nuevamente en mayo de este año por violencia psicológica.

El crimen ocurrió el jueves, dos días antes de la conmemoración de los ocho años del "Ni Una Menos", en el local Carletti Servicios, una firma dedicada a la venta de sistemas de alarma y monitoreo de viviendas, ubicado en la calle Frocham 2832, de esa ciudad del suroeste de la provincia de Buenos Aires.

El femicidio de Rocío Magalí González

Según las fuentes consultadas por Télam, Renzo Eduardo Chidichimo (25) llegó al local fuera de su horario laboral, cerca de las 14, y se dirigió directamente a un cuarto donde se realizan los monitoreos de las cámaras de seguridad.

Allí, trabajaba Rocío Magalí González (25) junto a otra empleada, precisaron los voceros.

Sin mediar palabra, Chidichimo desenfundó una pistola Bersa calibre 9 milímetros y disparó al menos siete veces en dirección a González, quien fue herida de gravedad.

Tras el ataque, Chidichimo escapó, mientras que la víctima fue trasladada al sanatorio local, donde falleció a raíz de las heridas que le produjeron los disparos recibidos.

"Fueron segundos los que duró el ataque. Fue directamente a lograr su cometido", detalló un investigador consultado por esta agencia.

Las "medidas cautelares" tras las denuncias por violencia

Voceros judiciales indicaron que la víctima había realizado una denuncia contra Chidichimo a fines del 2022 y otra en mayo de este año por maltratos, acoso laboral y violencia psicológica.

"Las denuncias fueron realizadas en la comisaría de la mujer pero fueron ante el fuero civil, no penal, por eso las actuaciones se derivaron a un Juzgado de Paz, que tomó medidas cautelares", explicó un vocero.

Una de las medidas adoptadas fue el cambio de horario de trabajo de Chidichimo, para evitar que se cruzaran en el local, y además voceros policiales indicaron que existía entre ambos un perímetro de restricción de acercamiento.

El femicidio es investigado por la fiscal Patricia Hortel, encargada de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Saladillo, quien dispuso que el cuerpo de González sea trasladado a la morgue judicial de la ciudad de La Plata para la realización de su autopsia.

La fiscal tiene previsto entrevistar en las próximas horas a la mujer que trabajaba junto a la víctima al momento del ataque y solicitó además que se revisen las cámaras de seguridad internas de la empresa.

"El hecho está resuelto, solo falta encontrar al acusado", precisó una fuente.

La fuga de Chidichimo

Los investigadores reconstruyeron que Chidichimo llegó y se fugó de la escena del crimen en una moto de 110 cilindrada, que luego abandonó en un campo a unos diez kilómetros y que desde allí, siguió la fuga a pie.

El joven es intensamente buscado por agentes de la comisaría local y de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Plata y la SubDDI Brandsen, con la cooperación de las brigadas locales y del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de la policía bonaerense.

Con el fin de dar con el fugitivo, los pesquisas analizaban las cámaras de seguridad privadas y públicas y los accesos a las rutas, al tiempo que la fiscalía solicitó ayuda a la comunidad de Saladillo para que brinde información sobre el paradero del femicida.

Según uno de los investigadores, Chidichimo, quien vivía junto a su madre, "no hablaba con nadie, no tenía amigos ni estaba en pareja".

Fuente:Telam