El por Si o por No, nos debería llevar a reflexionar mínimamente, como sociedad, del porque llegamos a donde llegamos.
Y el contexto nos debería generar algún grado de “Pensamiento crítico”. Pensamiento que nos interpele.
Que nos provoque la idea de abandonar por unos momentos ese “sesgo de confirmación” que nos llevaría a tomar decisiones erróneas, justamente por estar “Sesgado” en nuestras propias creencias. Ante una elección clave para el Presente y futuro de nuestro País.
El voto no resuelve los “Problemas”. Delega a quien deberá resolverlos. Y es la no resolución esas grandes dificultades transformadas en demanda de un sujeto colectivo que no percibe que con la “Democracia se come se educa se cura”. Las no respuestas a esas demandas básicas sociales por parte de la política, es el germen que da paso a esa gran “frustración ” de los argentinos, que a 40 años del retorno de la democracia; los “debes” del sistema se acentúan aún más con datos catastróficos como ser: la pobreza, que sigue en aumento. Una economía que sigue estancada. La inflación que es elevadísima. La Justicia que no funciona bien.
La educación que perdió calidad. Los partidos políticos y sus crisis de “Representatividad” política y social. Son síntomas de que algo se hizo mal. Y de que algo anda mal.
La dirigencia política no acierta en lo económico. Responsabilidad que no le cabe a un espacio específico.
Si no a todos los partidos políticos que en estos 40 años de democracia gobernaron el País: Radicales, Peronistas neoliberales, Alianzas electorales, peronistas populistas, Derecha conservadora, Frentes de partidos. Todos los colores políticos pasaron por el Estado, en estos 40 años pos gobierno militar. Como dice Jorge Remes Lenicov ” todos en menor o mayor parte son responsables de este presente con grandes demandas insatisfechas de amplios sectores sociales, cuyo nivel de vida se fueron cayendo comparando con otros países que hace algunas décadas eran parecidos o de menor desarrollo que la Argentina. Esos países con menos recursos humanos y naturales que el nuestro han conseguido avances muy importantes mientras nosotros hemos recorrido el camino inverso”.
A más de 20 años del grito que se “Vayan todos” (2001) donde miles de Argentinos expresaron su repudio y frustración por la incapacidad de la clase política que no pudo o no supo tender puentes hacia sus votantes. Menos aún comprender que el “Poder” dado siempre fue con el fin último del “Bien común” para la sociedad y no un “poder” dado a ” Un conjunto de políticos, empresarios y sindicalistas corruptos para que gozarán de Privilegios y beneficios”.
Seguramente hicieron mal las cosas nuestros dirigentes. No aprendieron del que “Se vayan todos” siguieron con esa prosapia corporativa, llenos de privilegios.
Dejando crecer nuevamente la “Indignación” social. Sembrando en la geografía territorial ese enfado colectivo irresuelto, dando paso a la aparición de fuerzas emergentes que capitalizan ese enojo y malestar de los argentinos contra el sistema político vigente.
Contribuyendo de esa manera a la existencia como opción electoral de una “Extrema derecha ” que conlleva implícitamente el “Fascismo” o directamente una “Tiranía”.
Voces de distintos estratos sociales dudan de la “Democracia”. Más por sus “deudas” que por sus “haberes”. Pero ese desánimo, ese enojo, esa frustración, no nos debería conducir al “suicido colectivo” de una Nación.
Es imperiosa la necesidad de crear una “especie de cordón sanitario social democrático” frente a un gran porcentaje de votantes que en las paso y en la primera vuelta se expresaron y decidieron migrar electoralmente al extremo más extremo de una ideología de derecha y que pone en tensión los más mínimos consensos logrados de esta democracia.
La Política aún espera de los políticos esa reacción de shock que vuelva a tender puentes, cerrando abismo entre representado y representantes.
La sociedad en su conjunto espera y necesita una “Democracia en modo Selfi”
Una “Democracia de aproximación al otro” Una “Democracia abrazando y conteniendo al necesitado”
Es con una “Democracia de Unidad Nacional” el camino correcto para empezar a revertir cuatro décadas de muchos desencuentros entre argentinos.
Es nunca al Fascismo. Nunca a una Tiranía.
Es simplemente Si a la “Democracia” pero una ” Democracia a modo Selfi” Una “Democracia más humana.
“Una Democracia de mayor proximidad al otro”. ¡Una “Demos y Kratos” para el Pueblo!.
*TS Ciencias Políticas, periodista