Misiones, Monday 29 de January de 2024

En más de 130 años de historia, los dirigentes de la Unión Cívica Radical nunca estuvieron tan alejados de la línea de pensamiento del radicalismo. Diputados, senadores y dirigentes cooptados por el ideario Libertario.

 

Mientras el presidente de la Nación, Javier Milei, trabaja en entregarle el país a los más ricos, los diputados y senadores radicales acompañan sin chistar, dejando en evidencia el deterioro ideológico de nuestros dirigentes partidarios.

 

Si bien, la línea de pensamiento del radicalismo reúne grupos con diversas ideologías como el krausismo, el federalismo, el liberalismo, el nacionalismo, el desarrollismo y la socialdemocracia, entre otras, nunca la Unión Cívica radical estuvo tan cerca de la derecha.

 

Hace unos años escuché decir al partido en su plataforma política “Frente al populismo agotado y el conservadurismo inviable, la UCR propone un modelo de desarrollo social, humano, cultural, político, económico integrador y sustentable. Porque creemos que sin desarrollo el crecimiento siempre será efímero y quedará desperdiciado, abriendo la puerta para una nueva frustración.”

 

En los 90 vivimos una frustración, en el nuevo siglo vivimos otra llevada adelante por propuestas políticas que nos trajeron al caos, a la “grieta” y al actual estado de letargo social y económico. Este ocaso ideológico nos transportó “al régimen” contra el que luchaba Leandro N. Alem cerca del 1900.

 

El fundador de la UCR fundó su legado político y moral expresado en su lucha intransigente contra lo que denominaba “el régimen”, conocido también como roquismo, un sistema de gobierno elitista y para los ricos.

 

Los ricos, la oligarquía, familias tradicionales y otras nuevas familias que se enriquecieron durante el siglo XIX, eran sectores considerados educados y decentes, que se reservaron para sí el manejo de la actividad política.

 

Luego de más de 100 años de lucha, los dirigentes radicales, desoyendo el legado fundacional, acompañan y trabajan codo a codo con un ilusionista retrogrado que, con la alocución contra la casta, intenta restablecer “el régimen”.

 

Sin desdeñar, varias de las propuestas del actual gobierno, innecesariamente presentadas a empujón, esconden en su interior medidas de reivindicación del régimen.  

 

Si bien el radicalismo no puede caer en simples peroratas kirchneristas, es necesario y trascendental tener memoria. Es inminente recordar los principios inalienables que inmortalizan a la UCR.

 

Si bien el ideario radical es amplio y se fortalece en base al debate sano entre sus correligionarios, es innegable que nuestro afán reformista muchas veces nos altera el buen juicio y en el principio de mejorar, se acompañó a charlatanes de turno.    

 

Hay principios inalienables de la Unión Cívica Radical, sus dirigentes deben difundir y promover estos valores a través de su conducta cívica y de sus responsabilidades políticas.

 

El radicalismo tiene un mensaje ético, fundacional e histórico, del cual no se puede perjurar, se debe practicar. Acompañar el programa empobrecedor y en favor de “el régimen” llevado adelante por Milei y sus aliados, va en contra de nuestro ideario partidario.

 

La política no es mala, si no el actuar vergonzoso de las personas que actualmente la llevan adelante. Sin denigrar a nadie, la Unión Cívica Radical no son sus dirigentes.