Con la nueva política de emisión cero, el Banco Central mantuvo la tasa de interés sin cambios en el 40% nominal anual (TNA). Esto implica que podrá tener un impacto en los plazos fijos, la herramienta financiera de ahorro más tradicional de los argentinos, pero por un detalle impositivo que lo impacta de forma indirecta.

A partir del traspaso de la deuda del Banco Central al Tesoro, se genera un efecto porque las nuevas letras fiscales, las Lefi, no pagarán el impuesto a los Ingresos Brutos. Esto haría que los bancos eleven la tasa de interés, aunque de manera leve.

La mejoría, por esa exención tributaria, sería de unos 3 puntos percentuales, según analizaron consultoras privadas. Actualmente, los bancos pagan entre 31% y 35%.

En tanto, como el BCRA mantuvo la tasa de interés en 40% anual, esto implica que por mes los plazos fijos arrojen una ganancia de 3,3%. La cifra está por debajo de lo que reflejó la inflación de junio -4,6%-. La entidad financiera dirigida por Santiago Bausili espera que en julio la inflación sea de 3,7%.

Por el momento, el Central no ha adelantado si habrá un nuevo reajuste en las tasas, pero el argumento de mantenerla apunta a que el Gobierno está enfocado en que todas las variables, como la inflación y las tasas, sigan a la baja para que converjan al 2% mensual del crawling peg.

Con información de Infobae y Ámbito.