Goya, Friday 21 de March de 2025
 

El pasado miércoles se celebró el Día Internacional del Artesano, y en los estudios de Radio Ciudad 88.3 se vivió un encuentro especial.

En esta ocasión, se entrevistó a un exponente del arte en Goya: Nazareno Velázquez, artesano de lujo cuyas manos han dado forma a obras que van más allá de lo estético, reflejando una historia de pasión, tradición y superación.

Desde su infancia, Nazareno Velázquez mostró una inclinación natural hacia la creación y el trabajo manual. Con tan solo cuatro años, ya se veía inmerso en un mundo de materiales y herramientas heredadas de su entorno familiar. "Cuando tenía cuatro años, me la pasaba jugando con las maderas de mi viejo, alambres... Mi papá es albañil, así que siempre había martillos y herramientas en casa. De esa manera, el chico siempre iba detrás de su papá", recuerda Nazareno.

Fue en esos primeros años de juego y exploración donde se encendió la chispa de su vocación. "A los cuatro años empecé a hacer una guitarra eléctrica. Era raro para un chico de mi edad, pero ahí estaba yo, cortando madera y enfrentándome a los retos de trabajar con materiales que aún no dominaba completamente", confiesa el artista, recordando cómo cada error se transformaba en una lección que moldeó su futuro.

LA INFLUENCIA DE LA ABUELA

Uno de los pilares fundamentales en la formación de Nazareno Velázquez fue su abuela materna, Benítez, una mujer de espíritu creativo y profundo arraigo cultural. "Mi abuela era una artista innata; hacía esculturas en barro con un estilo indígena, dibujaba y hasta cantaba. Fue ella quien, sin saberlo, me inculcó el amor por el arte", relata Nazareno. La abuela, que además de ser música tocaba la guitarra y el órgano, tenía una sensibilidad especial para transformar el barro en piezas llenas de vida y tradición.

La manera en que su abuela trabajaba el barro, fabricando desde esculturas hasta utensilios, dejó una huella imborrable en él. “Ella hacía perritos, caballitos, y otros dibujos muy al estilo indígena guaraní. Incluso, fabricaba pinceles con pelos de caballo para darle un toque único a sus obras”, explicó el artesano. Más allá del arte, su abuela le enseñó valores esenciales, como la importancia de la perseverancia y el respeto por las raíces culturales. "Ella me enseñó a pescar ya cazar con arco desde los cuatro o cinco años. Esa tradición, que ella traía de Paraguay, fue mi primer acercamiento a una forma de vida donde el arte y la tradición se fusionan", agregó.

ENTRE EL DEPORTE Y EL ARTE

A medida que crecía, Nazareno Velázquez fue descubriendo otras facetas de su personalidad. No solo se destacó en el mundo del arte, sino que también mostró un gran talento para el deporte. “Desde chico, participó en competencias de fútbol y artes marciales, ganando premios y forjando un carácter competitivo y disciplinado”, comentó. Esta dualidad entre el arte y el deporte definió sus años escolares, donde se debatía entre entrenar en el campo de juego y dedicar horas al dibujo y la pintura.

Su paso por la Escuela Manuel Pando marcó un antes y un después en su trayectoria artística. A los diez años, ya ganó su primer concurso de mural, demostrando que su capacidad de transformar ideas en imágenes iba en aumento. "Yo ya tenía una idea de mi futuro, aunque también consideró otras alternativas como el fútbol y las artes marciales. Quería ser todo al mismo tiempo, lo que me obligaba a esforzarme en cada disciplina", expresó el artesano.

En la escuela secundaria, en el Colegio Nacional, Nazareno Velázquez continuó cosechando éxitos en el arte, destacándose en concursos como el Pintemos Goya. “A los 14 años ya seguía ganando premios y, en cada competencia, reafirmaba mi pasión por la pintura”, afirma con orgullo. Sin embargo, la vida le presentó desafíos, como la difícil decisión de abandonar una oportunidad en el fútbol de un club rosarino por motivos económicos, lo que lo llevó a canalizar todas sus energías en el arte.

RECONOCIMIENTO DE LA CARRERA ARTÍSTICA

El camino hacia el reconocimiento no fue fácil, pero cada obstáculo reforzó el compromiso de Nazareno Velázquez con su vocación. Su talento comenzó a ser conocido más allá de los concursos escolares, llegando a oídos de personalidades importantes en el ámbito cultural y artístico. "Cuando ganaba premios, ya era un poco conocido. Recuerdo que tenía 19 años cuando gané mi último trofeo en pintura, y fue Guillermo Peluffo, Secretario de Obras Públicas, quien me descubrió. Él me conoció gracias a una tía que era maestra de dibujo en la Escuela Güemes", relató.

Peluffo se convirtió en una figura clave en el salto profesional de Nazareno, siendo parte fundamental de proyectos que marcaron un antes y un después en su carrera. "Juntos realizamos dos murales enormes en la entrada del Cementerio La Soledad. Muchas personas quizás ni siquiera sepan que allí se plasmaron mis trabajos, pero ellos forman parte de la historia visual de nuestra ciudad", indicó.

A pesar de los logros, Nazareno Velázquez también vivió momentos de frustración y desafíos. Durante diez años, trabajó en el municipio, en áreas que iban desde la recolección de residuos hasta la construcción, donde sentía que su potencial artístico quedaba reprimido. "Esa etapa fue dura. Sentía que no podía volcar todo mi conocimiento y pasión en el arte. Sin embargo, hoy miro atrás con gratitud, pues fue en el municipio donde recibí mi primera gran escuela de vida", confesó.

COMPROMISO CON LA CULTURA

Con el tiempo, el llamado del arte fue más fuerte, y Nazareno Velázquez decidió regresar a lo que verdaderamente amaba. Su reincorporación a la Dirección de Cultura fue un salto importante que marcó el renacer de su carrera artística. “Cuando me presenté en la Dirección de Cultura, pensé que iba a desempeñar tareas de limpieza, pero fue ahí donde realmente comenzó mi carrera como artista”, recordó.

El compromiso de Nazareno con su comunidad se refleja en cada obra que realiza. Actualmente, colabora en proyectos significativos para la Dirección de Cultura y para los scouts de Goya, con quienes ha llevado a cabo grandes proyectos. "El año pasado hicimos una obra de aproximadamente 6 por 4 metros, tallada en alto relieve, que representaba la vida y el significado de los scouts. Hace apenas 12 semanas, terminé el escudo de los scouts, una pieza que resume su identidad y espíritu", detalló.

Para Nazareno Velázquez, cada creación es una muestra de tenacidad y pasión. "Siempre fui tenaz. Mi meta ha sido demostrar a mí mismo ya los demás que, con esfuerzo y dedicación, se puede lograr lo que uno se propone", subrayó.

NUEVOS PROYECTOS Y DESAFÍOS

El camino del arte es siempre un viaje en evolución, y Nazareno Velázquez no piensa detenerse. Su creatividad y compromiso con la tradición lo impulsan a seguir innovando y explorar nuevos horizontes. Entre sus próximos proyectos se destaca una obra dedicada al reconocido cantante chamamecero Millán Medina, que se plasmará en la entrada del arco del Paraje Porvenir. "Voy a hacer una obra, si Dios quiere, que rinda homenaje a Millán Medina. Es un proyecto muy especial que une mi pasión por el arte con el reconocimiento de nuestras raíces culturales", manifestó.

Además, el artesano continúa explorando nuevas técnicas y materiales. "Me gusta trabajar con todo un poco, aunque siento una especial afinidad por la madera, por su maleabilidad y por el esfuerzo físico que requiere trabajarla. Por ejemplo, para tallar una escultura de dos metros de altura con motosierra, es necesario estar no solo parcialmente preparado, sino también mentalmente enfocado", reveló.

La historia de Nazareno Velázquez es un claro ejemplo de cómo el talento, la disciplina y la pasión por las tradiciones pueden dejar una huella imborrable en una comunidad. Sus obras, que van desde murales monumentales hasta delicadas esculturas en madera, son testimonios vivos de un recorrido lleno de aprendizajes y desafíos.

Más allá de los premios y reconocimientos, lo que realmente destaca es su compromiso con la cultura y con las personas que lo han acompañado en su camino. "La humildad me hizo el taller, y estoy muy agradecido con las personas que me han apoyado. Tengo amigos para toda la vida y cada tanto regreso a ese lugar que me vio crecer, para revivir esas experiencias y compartir lo aprendido", concluyó. 

Dirección de Prensa – Municipalidad de Goya.