El lunes vence el congelamiento de sueldos y los senadores podrían percibir más de $9 millones mensuales. Villarruel insiste en mantener la medida, pero la decisión está en manos de los legisladores
El Senado de la Nación se encamina a un nuevo foco de controversia con el inminente vencimiento del decreto que mantiene congeladas las dietas de sus integrantes. Si no se acuerda una prórroga, los senadores podrían pasar a cobrar más de $9 millones mensuales a partir de mayo, una cifra que vuelve a poner en el centro del debate la forma en que se determinan sus haberes.
El congelamiento de sueldos vigente desde agosto del año pasado, prorrogado en diciembre por la vicepresidenta Victoria Villarruel, caduca este lunes. La vicepresidenta dejó en claro que esta vez no podrá intervenir, ya que la decisión recae directamente en los senadores, quienes deberán definir si continúan con la medida o permiten el incremento automático.
En la reunión de Labor Parlamentaria prevista para el martes o miércoles, Villarruel pondrá el tema sobre la mesa. Sin embargo, la postura mayoritaria dentro del Senado apunta a dejar sin efecto el congelamiento. En diciembre, cuando la vicepresidenta propuso extender la medida, su sugerencia fue desoída. Hoy, según trascendidos, sólo dos senadores han manifestado su intención de rechazar el aumento: Luis Juez (PRO) y José Carambia (Por Santa Cruz), quienes firmaron una nota pidiendo que no se aplique la actualización.
Cuánto cobran los Senadores
El sistema de cálculo de las dietas del Senado está vinculado a la paritaria de los trabajadores legislativos. En abril del año pasado, los senadores votaron un esquema que estableció sus ingresos en base a 4.000 módulos (2.500 en concepto de dieta, 1.000 por gastos de representación y 500 por desarraigo). Con cada ajuste salarial de los empleados legislativos, los sueldos de los senadores también se actualizan. Al suspenderse el congelamiento, el valor del módulo subirá a $2.225,252, lo que llevará el salario bruto de los legisladores a aproximadamente $9 millones.
Algunos senadores justifican el incremento señalando el descuento del 35% por el impuesto a las Ganancias y el costo de mantener residencias tanto en sus provincias como en Buenos Aires. Otros, en cambio, sostienen que la dieta debe desvincularse de la paritaria legislativa para evitar aumentos automáticos sin discusión política.
Un aumento a mano alzada y sin debate
El antecedente de la votación de abril de 2024, en la que los senadores aprobaron un fuerte aumento a mano alzada y sin debate, generó malestar en la opinión pública. En ese momento, los ingresos se elevaron de menos de $1,5 millones a más de $7,3 millones y, meses después, se incrementaron nuevamente a $8,9 millones, lo que obligó a Villarruel a congelarlos ante la presión mediática.
El clima dentro del Senado no es el mejor. A la polémica por la dieta de los legisladores se suma el reclamo de los empleados legislativos, que denuncian una pérdida del 65% de su poder adquisitivo en el último año. Mientras tanto, el tiempo corre: si antes de mediados de abril no hay una decisión en contrario, el incremento se hará efectivo y los senadores volverán a quedar en el centro de la discusión pública.
Fuente: BAE