Ivanna Stephania Wilkowski, estudiante de Ciencias Biológicas y becaria de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNNE, lidera una investigación clave sobre protozoos intestinales en ratas y ratones que conviven con humanos en barrios periurbanos de Corrientes y Resistencia.
La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura (FaCENA) de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) es el escenario de una prometedora investigación que podría sentar las bases para nuevas políticas de salud pública en el noreste argentino. Ivanna Stephania Wilkowski, becaria de la Secretaría de Ciencia y Técnica y alumna avanzada de la Licenciatura en Ciencias Biológicas, encabeza un estudio sobre protozoos intestinales en roedores urbanos, organismos microscópicos capaces de transmitirse entre animales y humanos y generar enfermedades gastrointestinales de diversa gravedad.
El trabajo, titulado «Estudio de protozoos intestinales de importancia sanitaria en roedores sinantrópicos de dos ciudades capitales del Nordeste argentino», busca generar conocimiento inédito en la región sobre tres protozoos de relevancia zoonótica: Giardia spp., Blastocystis sp. y Cryptosporidium spp.. En Buenos Aires, estudios previos ya han detectado hasta un 25% de muestras positivas para Cryptosporidium en roedores urbanos, pero en Corrientes y Resistencia el panorama aún es desconocido.
Wilkowski desarrolla su investigación con la dirección científica de la doctora Ángeles Gómez Muñoz, y la co-dirección de la doctora Francisca Milano y la licenciada Eliana Rumesilda Alegre. Las tres especialistas integran el Grupo de Investigación “Biología de Vectores y Parásitos” de la FaCENA.
«Los roedores son reconocidos mundialmente como reservorios y dispersores de diversas parasitosis. Pero mientras se conoce bastante sobre helmintos en nuestra región, la información sobre protozoos en estos animales es prácticamente inexistente», explicó Gómez Muñoz. Este vacío es el que la joven investigadora busca comenzar a llenar.
El estudio se desarrolla en barrios periféricos de las capitales chaqueña y correntina, donde las condiciones de vida —como el acceso irregular al agua potable, el manejo deficiente de residuos, y la presencia de animales domésticos— crean un entorno propicio para la proliferación de roedores y la diseminación de enfermedades. Además de recolectar muestras fecales de Rattus rattus y Mus musculus, la becaria también releva datos sociales y ambientales mediante encuestas a los residentes.
La hipótesis principal plantea que la diversidad de protozoos intestinales en roedores urbanos está subestimada en estas zonas vulnerables, y que su presencia podría estar relacionada con factores ambientales específicos. La investigación se inserta dentro de un proyecto mayor que estudia Toxoplasma gondii en roedores urbanos, lo que permite aprovechar recursos y metodologías comunes.
Más allá del interés académico, los resultados del trabajo podrían ser utilizados para la implementación de políticas públicas de saneamiento ambiental, control de plagas, y campañas educativas de prevención sanitaria. «Nuestro trabajo busca aportar conocimiento científico sólido para mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades», destacó Gómez Muñoz, quien valoró especialmente el aporte de la joven becaria.