Impulsado por el gobierno de la provincia, forma parte de un grupo de grandes obras que apuntan a transformar la ciudad y podrá comenzar a funcionar desde agosto.
En la esquina de 9 de Julio y San Juan, los avances de los trabajos ya son notorios desde el exterior. La remodelación, que incluía una demolición, viró hacia la conservación al hallar vestigios constructivos del 1900. Sus espacios están inspirados en el Malba y contiene también un bar, un restaurante y un auditorio. Impulsado por el gobierno de la provincia, forma parte de un grupo de grandes obras que apuntan a transformar la ciudad y podrá comenzar a funcionar desde agosto.
En un edificio del Banco de Corrientes en la esquina de 9 de Julio y San Juan, que hacia principios del 1900 fue edificado para albergar a otro banco, se remodela para edificar ahora el nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes, con la visión de constituirse en un “hito urbano”, que revalorice el carácter cultural del espacio donde quedará implantado.
El gobierno de la provincia, con la premisa del gobernador Gustavo Valdés de transformar la ciudad con grandes obras, impulsa los trabajos de la que probablemente “sea la obra cultural más importante de los últimos siglos”, evaluó Alfonso Asensio Albino, arquitecto a cargo del proyecto.
Tanto el edificio del Banco, como el del Teatro Vera y los primeros museos de la ciudad son instituciones contemporáneas, todas de principios del 1900, que ahora confluyen con su impronta transformadora en una misma área urbana revalorizada. Entre otras grandes obras encaradas por el gobierno con esta perspectiva de desarrollo y modernización, se cuentan la reconstrucción del edificio de La Unidad y la remodelación integral de la Plaza Libertad.
En el Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes (MACC) los últimos detalles de la construcción consisten en la colocación de un sistema especial contra incendios que resguardarán a las obras de arte en los tres primeros pisos, a la par que se realiza la instalación de un sistema eléctrico que permite regular la intensidad de la luz, así como la colocación de un sistema centralizado que permite la automatización y control del edificio, incluyendo la climatización y los sistemas mecánicos. Mientras, los trabajadores también terminan de armar el montacargas, que se utilizará para subir las obras de arte de grandes dimensiones a las salas de exposición.
Antes, se completó la colocación de todos los vidrios especiales que permiten controlar el ingreso de luz, tanto en el patio como en el techo.
Según proyectan, durante la próxima semana comenzarán a pintar la fachada, con lo cual el edificio estaría casi listo para poder entregarlo a quienes resulten seleccionados para la concesión del servicio del bar y el restaurante, así como a la dirección del nuevo museo.
Vale destacar que hasta el 12 de junio – este próximo jueves - se encuentra abierta la posibilidad de adquirir los pliegos de licitación para la concesión de la explotación de los locales gastronómicos que tendrá el museo. La apertura será el 11 de julio en el Salón Verde de Casa de Gobierno, y así como la concesión de los locales gastronómicos de La Unidad, ya existen varios interesados en presentar sus propuestas.
Rescate del pasado, mirada al futuro
En el caso del Museo de Arte Contemporáneo, tras mucha labor casi artesanal para recuperar los vestigios de una construcción que resultó más valiosa por su carácter patrimonial que lo que se proyectaba al inicio, ahora las tareas avanzan en sus últimos detalles. Según proyectan, la obra se entregará hacia fines del mes de julio, de modo que puedan hacerse cargo de las instalaciones la nueva Dirección del Museo, y los empresarios que vayan a tener a cargo la concesión del bar que funcionará en planta baja de cara a la Plaza Vera y el del restaurante que funcionará en el cuarto piso del edificio.
Se trata de espacios que destacan su la función del Museo como contención del arte, pero también con espacios para la interacción, el intercambio social y cultural, el paseo y la atracción de entretenimiento para quienes habitan la ciudad y quienes la visitan.
“La obra tiene mucho trabajo de restauración, prácticamente artesanal. El edificio responde a lineamientos de una arquitectura italiana con una forma de construcción mixta, ya que tiene mampostería y también el uso de hierro. Cuando hicimos el proyecto ejecutivo no pensábamos que encontraríamos estructura de valor histórico. Se iba a demoler en gran parte, pero hallamos la perfilería histórica que data del 1900 y no podíamos perderla”, relató Asensio.
Así, con la perspectiva de conservación patrimonial, se delineó una nueva estrategia para abordar el trabajo y mantener la historia del edificio, los techos originales de ladrillo abovedado y la estructura recubierta con mampostería. De los perfiles metálicos encontrados, algunos estaban en buen estado y otros no tanto. Parte de esos perfiles recuperados se destinaron a construir los bancos de la remodelada plaza Libertad, recientemente inaugurada. Del mismo modo, vigas metálicas de 60 centímetros son reutilizadas para construir la barra del restaurante. “El concepto de arquitectura sustentable está de la mano de esas acciones. No tiramos nada de la obra, lo recuperamos y lo ponemos en valor”, explicó el arquitecto.
Con los hallazgos, lo que se había planificado para el Museo pasó a ser un edificio de estilo industrial, quitando los revoques que estaban en mal estado. Ahora, toda la historia de esas paredes quedó a la vista, como una obra artística en sí misma, que está destinada a recibir en su superficie las colecciones de arte más relevantes desde que abra sus puertas en pocos meses.
Un hito
El nuevo museo cuenta con 4.200 metros cuadrados distribuidos en 5 pisos, de los cuales 3 son nuevos, sobre las losas originales. Los materiales en su mayoría son metal, ladrillo y madera.
“Todo lo que se proyectó para esta preservación cumple con normativas internacionales y replica en gran medida los usos de los espacios del Museo Malba, que fue lo que tomamos de referencia para hacer el programa del edificio. Cumple además con altas condiciones de seguridad y se incorporaron dos ascensores, para acceder a los 5 pisos; además de un montacargas especial con capacidad de elevar hasta 5 mil kilos, al cual se va a poder ingresar con camión directamente desde el Pasaje Agustín González, para poder trasladar con versatilidad obras de gran porte”, enumeró Asensio.
Unos 1300 metros cuadrados del edificio serán destinados a uso de salas. “Los museos no suelen tener tanto espacio para albergar las obras. Todo ese espacio, con paredes muy altas (algunas de 5 metros), va a permitir recibir muestras itinerantes de relevancia, así como exhibir obras permanentes”, explicó el arquitecto respecto de la perspectiva cultural para el cual va a ser destinado el edificio. “Tiene todas las características necesarias para acompañar la llegada de colecciones de grandes museos de la Argentina”, señaló.
Las autoridades podrán tomar sus funciones en el edificio a partir del 31 de julio, fecha en que además podrán entregarse las instalaciones a quienes concesionen el servicio del restaurante del cuarto piso y del bar, ubicado en planta baja de cara a la plaza Vera. El edificio tendrá también un auditorio con capacidad para 100 personas con sala acustizada.
“Hacer un museo es algo raro”, evaluó el arquitecto, respecto del hecho de que una administración provincial destine fondos específicos para construir un museo nuevo.
“Por eso es una gran obra, que deja un precedente, marca una huella”, sostuvo. “Ojalá podamos respetar y valorar esta obra que estamos terminando, va a ser el elemento cultural más importante de los últimos años en la ciudad de Corrientes”, destacó Asensio al final.
Por el momento, el Museo ya puede verse desde el exterior, pero también a través de sus redes sociales, que comenzó a sumar sus primeros seguidores en estos días:
https://www.facebook.com/museodeartecontemporaneocorrientes/
https://www.instagram.com/maccorrientes
https://x.com/mac_corrientes