Goya, Saturday 12 de July de 2025

El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecin, encabezó la fiesta patronal de la Virgen de Itatí, patrona de la diócesis, a quien, "este año queremos contemplarla como la “Mujer peregrina”.

Ella es la mejor peregrina que pudo haber, porque siendo la Madre fue la mejor discípula del Señor", dijo en el contexto del Año Jubilar de la Esperanza.

Monseñor Adolfo Ramón Canecin, presidió la procesión y luego misa en ocasión de la fiesta en honor a la Virgen de Itatí, patrona de la diócesis, en la parroquia dedicada a la Virgen morena, ubicada por avenida Juan Domingo Perón de la ciudad de Goya.

Participaron de la celebración sacerdotes, diáconos, religiosas, las comunidades rurales y una multitud de fieles. Se destacó la concurrencia de los peregrinos a caballo

“La fe se transmite por contagio”, -comenzó monseñor Canecin su homilía- “como todos los años, - nos congregamos a los pies de esta imagen patrona de nuestra Diócesis y del NEA,  para recordar con gratitud que su presencia que surgió luego de que el franciscano Luis de Bolaños llevó a esta imagen de la Virgen en 1589 a su lugar actual” y destacó la participación de jinetes y peregrinos que llegaron a caballo, jóvenes y adolescentes, señalando “seguramente sus padres y abuelos hicieron lo mismo y, en sus casas encienden una vela o peregrinan hacia el santuario, ese el modo de conservar la fe”.

DIA DE LA INDEPENDENCIA

El obispo subrayó "estamos celebrando el día de la Patria” y en esa línea animó a “reflexionar sobre el bien común, que es el mayor de los bienes. Todo debe supeditarse en orden al bien común y esto es muy importante –dijo- y en este año de elecciones tenemos que preguntar a los candidatos, para usted ¿qué sentido tiene el bien común? ¿va a trabajar por el bien común? En el día de la Patria que lindo es pensar esto, porque, a veces sacrifican todo por grupos sectoriales”.

“En la idea del bien común tenemos que adentrar nuestra esperanza, que es como un ancla” y cito el Documento Navega Mar Adentro que señala “no se puede ser peregrinos del cielo siendo fugitivos de la tierra” significa que “no se puede anhelar a la vida eterna en el cielo si no se toma en cuenta la realidad terrenal y las responsabilidades que conlleva”.

Planteo “tenemos grandes problemáticas sociales” y apunto al flagelo de la trata de personas, el consumo de drogas, la problemática de los suicidios, entre otras cosas que “están atentando contra el bien común” por eso “nosotros si nos somos buenos ciudadanos no servimos como cristianos”.

“Todo buen cristiano está llamado a ser buen ciudadano” remarcó y animó a que “las problemáticas sociales tienen que ser conocidas, asumidas y discernidas por la comunidad cristiana, no podemos ser diferentes a esas problemáticas”.

AÑO JUBILAR

El obispo destacó además el lema del Año Jubilar “Peregrinos de Esperanza” y recordó, una vez más, “una cosa es andar en la vida como un turista y otra es andar como peregrinos” y parafraseo al Papa Francisco que decía “el peregrino tiene un punto de partida y tiene una meta hacia la cual camina, por eso, el peregrino va con equipaje ligero y lleva lo necesario, porque se sabe peregrino. Nosotros somos peregrinos del cielo y vamos hacia la Casa del Padre, por eso, nuestra manera de pensar y estar en el mundo tiene que reflejar que somos peregrinos y no turistas”.

Aseguró también que “María es la mejor peregrina que pudo haber, porque siendo la Madre fue la mejor discípula del Señor. Ella aprendió del propio Dios a ser peregrina”.

 Sobre el final de su prédica, el prelado se refirió al Año de la Esperanza que “nos ayuda a ponernos en camino como María, la Esperanza nos ayuda a superar las crisis. Tenemos la necesidad de salir de nosotros mismos. A María la movió la fe y la esperanza, porque tenía el corazón anclado en Dios”. -