El Ministerio Público Fiscal de Córdoba confirmó este jueves que los restos óseos encontrados a comienzos de julio en la vivienda del ex policía Horacio Grasso pertenecen a Milagros Micaela Bastos, una joven de 22 años que estaba desaparecida desde agosto de 2024.
Bastos, conocida como “Pitu”, era madre de un niño y atravesaba una situación de vulnerabilidad, viviendo en la calle y con problemas de consumo de drogas. Aunque mantenía un contacto esporádico con su hijo, en agosto del año pasado dejó de visitarlo. Recién en diciembre, tras un pedido formal del MPF, se inició su búsqueda oficial.
El 5 de julio de este año, efectivos policiales ingresaron al departamento de Grasso, ubicado en calle Buenos Aires, quien cumplía prisión domiciliaria con tobillera electrónica por una condena de 27 años de cárcel por el homicidio de Facundo Novillo Cancinos en 2007. Durante el operativo, hallaron una puerta tapiada y, detrás, un armario sellado con cemento. Al demoler la estructura, encontraron restos humanos en avanzado estado de descomposición.
Las sospechas iniciales apuntaron a un crimen ocurrido meses atrás, lo que llevó a cotejar los datos con denuncias de personas desaparecidas en el periodo. Finalmente, un análisis de ADN confirmó que se trataba de Bastos.
A raíz de este hallazgo, el ex efectivo policial y su hermano Javier fueron imputados, mientras la investigación continúa para esclarecer las circunstancias del homicidio y determinar la participación de ambos en el hecho.