Tanteando las paredes de “tu tiempo”

imagina que caminas hacia la Navidad…

a través de un desierto.

Que tus ánforas no queden vacías de amor.

Que el viento del egoísmo no te impida avanzar,

que las nubes de la indiferencia no te pueblen,

para que puedas en el camino…

despojarte de todo “lo viejo”.

Pon tu mirada más allá de tu estrecho horizonte.

Que la luz de una estrella comienza a titilar…

resplandezca en la retina de tus sueños.

Volver al pesebre, al lugar que nunca debiste

abandonar.

Lo maravilloso comienza a resurgir…

hay un niño que quiere emerger dentro de Ti.

Que el agua buena de la vida sacie

en algún manantial de la Esperanza.

El cielo se apea a orillas de tu corazón

para esperar el alumbramiento divino.

Volver al pesebre ha valido la pena,

porque abrazados al niño que nos ha sido dado,

El Emanuel, Dios con nosotros,

es comenzar a vivir como “Hombres Nuevos”.

En el año del “Jubileo de la Esperanza” …

¡Feliz Navidad! 

Dirección de Prensa – Municipalidad de Goya.