Nacional, Sunday 12 de June de 2022
Se pretende imponer regulaciones que no benefician a nadie y buscan frenar el crecimiento de las inmobiliarias.
En los últimos años se ha hecho presente una tensión constante en el mercado inmobiliario. Esta tensión se deriva de opiniones encontradas sobre cómo debe ser y cómo no debe ser el real estate.
Mientras se encuentra abierto el debate, aquellos que están relacionados con el mundo inmobiliario, y sobre todo algunas personalidades en puestos de poder, han perdido de vista aquello que es verdaderamente importante: el cliente.
Hoy se pretende imponer una serie de regulaciones que no benefician a nadie más que a aquellos que se encuentran en posiciones de poder, y que buscan frenar el crecimiento de las inmobiliarias que cuentan servicios colaborativos, modernos e innovadores en pro del cliente.
Ordenanzas municipales, denuncias sin fundamento, desacreditaciones y perjuicios en contra de lo que es novedoso, forman parte de las acciones de algunas autoridades que regulan la profesión de los corredores inmobiliarios y que solo crean tensión en el mercado por miedo a la libre competencia.
La manera de comprar-vender una propiedad ha cambiado por varias razones: por la modernidad, por el contexto post pandémico, o por la crisis que enfrenta el país. Lo cierto es que los inmobiliarios tenemos que hacer las cosas diferentes y priorizar al cliente.
Algunas autoridades regulatorias de la actividad de los corredores inmobiliarios, lejos de adaptarse a los cambios para mejorar los servicios de todas las inmobiliarias del país, se han encargado de empañar la imagen de sus colegas para beneficiarse únicamente a ellos. Son juez y parte en una batalla para quedarse con el poder y frenar a aquellos que buscan crecer e innovar para ofrecer un mejor servicio.
Las prohibiciones que se han ido dando en los últimos años, responden a los intereses de unos pocos y no tienen ningún sentido en el contexto actual, porque lejos de incentivar al mercado y mantenerlo en movimiento dentro de la crisis, lo que consiguen es estancarlo.
Las marcas de servicios complementarios para inmobiliarios, como RE/MAX -entre otras tantas-, ayudan a los corredores inmobiliarios a emprender sus negocios con una base sólida, a trabajar de forma colaborativa, a satisfacer las necesidades de los clientes de manera rápida y eficiente, y a fidelizarlos por medio de un servicio que debe cumplir con altos estándares. Por eso estos modelos innovadores han mantenido al mercado en constante movimiento a pesar de las dificultades del contexto actual.
En resumen, en lugar de cambiar las leyes para frenar la mejora de los servicios inmobiliarios, se debería tomar como ejemplo aquello que funciona y unir fuerzas para solidificar cada vez más el mercado inmobiliario.
Una operación inmobiliaria es algo que no ocurre muchas veces en la vida de las personas, de allí que sea tan relevante para ellas elegir, con confianza, quién los va a acompañar y asesorar durante todo el proceso. Por eso, el objetivo debe ser que todo comprador o vendedor cuente con el respaldo de un inmobiliario que le brinde un servicio inmejorable, buena reputación, herramientas tecnológicas, seguimiento, acompañamiento y que genere confianza a través de relaciones duraderas.